El presidente de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, condenó este lunes el asalto al Congreso de Brasil que llevaron a cabo miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, y equiparó estas «hostilidades» con las protestas masivas que experimentó la nación insular el año pasado.
«Tales hostilidades son condenadas y nos solidarizamos con el presidente, el Gobierno y el pueblo de Brasil en esta hora de confrontación», afirmó Wickremesinghe en un comunicado.
«Sri Lanka no hace mucho tiempo también experimentó intentos similares por parte de grupos para derrocar estructuras democráticas a través de medios inconstitucionales», agregó el mandatario.
El mensaje de Wickremesinghe llega un día después de que miles de partidarios de Bolsonaro irrumpieran en la sede del Congreso Nacional, la sede de la presidencia y el edificio del Tribunal Supremo en la capital brasileña.
Los simpatizantes del exdirigente brasileño piden la intervención militar de las Fuerzas Armadas para derrocar a Lula, quien asumió la Presidencia el pasado 1 de enero.
Según Wickremesinghe, esta reacción se asemeja a las intensas protestas que vivió Sri Lanka el año pasado, cuando la crisis económica que atravesaba la isla derivó en la escasez de gran cantidad de productos de primera necesidad, como alimentos, combustible o medicamentos.
En medio de esta situación, miles de personas comenzaron a congregarse en un parque de Colombo próximo al palacio presidencial, bajo el lema «Gota Go Home» exigiendo la renuncia del presidente Gotabaya Rajapaksa, al que acusaban de corrupción e inoperancia.
Mayoritariamente pacíficas, las protestas se tornaron violentas en julio, cuando miles de manifestantes superaron la seguridad presidencial y asaltaron la residencia oficial obligando a la huida de Rajapaksa.
Sin embargo, la elección posterior de Wickremesinghe como su sucesor y la formación de un gabinete continuista enfrió las esperanzas de los manifestantes, sobre todo estudiantes, que abandonaron definitivamente el campamento.Desde entonces, el Gobierno arrestó a varios líderes de las manifestaciones y permitió el regreso de Rajapaksa en septiembre a la nación isleña, mientras trata de conseguir una línea de crédito de 2.900 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional para recuperar la economía.EFE