Los ahorradores se manifiestan ante una sucursal en el sur del país y la policía interviene
Una multitud de clientes de la filial del Banco Popular de China en la ciudad de Zhengzhou, a 600 km al suroeste de Pekín, se enfrentaron el pasado domingo a la policía en protesta por la congelación de sus cuentas en varios bancos rurales. Un vídeo de los hechos trascendió en algunas redes sociales, sin que hubiera comunicado oficial sobre lo ocurrido.
En la provincia de Henan miles de ahorradores abrieron en los últimos meses una cuenta en una de las seis entidades rurales de esta zona, que ofrecían una remuneración con tipos de intereses elevados. Pero la pasada primavera descubrieron que no podían sacar su dinero, después de que el máximo ejecutivo de la empresa matriz estaba huido y buscado por delitos financieros. “Hemos venido y queríamos recuperar nuestros ahorros, porque tengo personas mayores y niños en casa, y la imposibilidad de retirar los ahorros ha afectado gravemente a mi vida”, declaraba uno de las afectados, entre los millares que acudieron a manifestarse.
Este malestar social parece haber surgido algún efecto, porque las autoridades de la provincia china de Henan declararon este lunes que empezarán a devolver primero, en nombre de varios bancos rurales, los fondos de algunos clientes que habían sido congelados. Los pagos se realizarán por tandas, la primera de las cuales se efectuará el 15 de julio. Primero cobrarán clientes con depósitos de hasta 7.400 euros, con negociaciones para el resto más adelante, según el regulador bancario.
Según lo medios locales, los clientes no pueden sacar dinero desde el pasado mes de abril. La covid y las limitaciones para viajar han retrasado hasta ahora los movimientos de protesta. Hasta 400.000 clientes con un total de 40.000 millones de yuanes (5.960 millones de euros) depositados en estos bancos podrían verse afectados por el bloqueo. Los depósitos en China están garantizados hasta 500.000 yuanes chinos, unos 74.500 euros, pero muchos clientes de los bancos de Henan depositaron mucho más.
En el frente de la investigación, podría haber pronto novedades sobre los detalles de la trama de ilegalidades y fraudes porque la policía de Xuchang, una ciudad de Henan, anunció el mismo domingo la detención de un grupo criminal que operaba en las finanzas locales. Esta organización controlaba varios bancos rurales desde el 2011 y realizaba transferencias “ilegales” a través de préstamos ficticios.
“En las dos últimas décadas se ha producido en China una burbuja inmobiliaria de proporciones históricas, junto con uno de los aumentos de deuda más rápidos jamás vistos. Esto significa que lo que está ocurriendo en Henan es simplemente parte de un proceso que tiene muchos años por delante antes de resolverse”, declaraba Michael Pettis, profesor de Finanzas de la Universidad Pekín.
Varios economistas desde hace tiempo alertan sobre la fragilidad del sistema financiero chino. El Gobierno de momento interviene para frenar las quiebras, pero esto retrasa un saneamiento que los expertos consideran como necesario.