Japón estudia que las startups puedan financiarse con la venta de tokens

Japón está revisando su marco regulatorio para permitir que las startups puedan financiarse vendiendo activos digitales, como tokens, a fondos de capital riesgo. Hasta ahora, las inversiones estaban limitadas a los activos tradicionales, como acciones o stock options (opciones de compra de acciones).

El cambio regulatorio está previsto para inicio de 2024 y aparece en un paquete de medidas destinado a impulsar la creación de nuevas empresas tecnológicas. De hecho, también se tiene pensado eliminar otras restricciones, como la que obliga a que más de la mitad del capital proceda de inversores nacionales. Así, las startups nacionales podrán recibir inversiones de capital no nacional.

Startups Japón

De acuerdo con una información de Nikkei, Japón permitirá a las statups vender tokens digitales a fondos de capital-riesgo. Se trata de una medida especialmente pensada para las nuevas empresas de carácter tecnológico que vayan a operar con tecnología blockchain.

Hay países que hacen de la innovación un principio fundamental que atraviesa el conjunto de sus políticas públicas, regulaciones y planes estratégicos. Son los países de la cultura de la innovación: invierten en investigación y diseñan marcos regulatorios y económicos para que los productos de esa investigación se transfieran a la vida cotidiana de sus ciudadanos. Nunca se sabe lo que deparará ese futuro y, precisamente, lo que traiga de nuevo ese futuro serán las consecuencias no intencionales de esas políticas de innovación, como de cualquier acción. Sin embargo, casi todo parece indicar que esa capacidad de innovación los sitúa en una mejor posición para encarar esos futuros.

Capitalismo financiero

Dentro de la innovación, la que se produzca en el campo financiero es fundamental. Estamos en la fase del capitalismo financiero, donde este sector de la economía es el que ha tomado el corazón del sistema. Y dentro de la innovación financiera, aquella relacionada con los activos digitales es fundamental, lo que incluye, entre otros, a las criptomonedas.

Es más, la relación de los gobiernos y diseñadores de políticas con respecto a las criptomonedas se ha convertido en un indicador de innovación financiera. A su vez, la innovación financiera en un indicador de grado de actividad de la cultura de la innovación. Se quiera o no, la adopción de los activos digitales es un indicador de cultura de la innovación.

Riesgo e innovación están unidos. Ambos, a su vez, al carácter dinámico del capitalismo. El desarrollo del capitalismo le debe mucho al riesgo. A la asunción de riesgos. En los siglos XVII y XVIII tal vínculo es muy evidente: las primeras sociedades netamente capitalistas se establecen a partir de los grandes viajes transoceánicos. Viajes con el objetivo de obtener beneficios. Incluso riquezas. El propio viaje de Colón estuvo inicialmente más motivado por esa búsqueda de beneficios, que por estrategias geopolíticas.

El patrocino de la Corona de Castilla del mismo fue impulsado más por el aumento de las arcas, públicas y privadas, que por la generación de un nuevo orden mundial. Otra cosa es que la consecuencia fuera ésta. Tampoco Colón abrió realmente una nueva ruta a las Indias, como proponía que iba a conseguir. El caso es que corona y navegante se unieron en el riesgo. De hecho, el concepto de riesgo se acuña a partir de la navegación de mercancías y, por otro lado, la necesidad de asegurarlos, de protegerse de alguna manera.

El riesgo y la industria de seguros

El riesgo creó la industria de los seguros, moviendo con fuerza la rueda de la innovación. Las sociedades que no se arriesgan, que no crean un marco factible para la asunción de riesgos, no innovan. Hoy uno de los riesgos pasa por adaptar los activos digitales. Japón da pasos claros en esa dirección. Otros países permanecen parados o incluso huidizos.

Con esta medida, propiciando que las startups puedan financiarse con capital proveniente de los activos digitales,Japón da un paso más hacia el liderazgo mundial en innovación financiera basada en blockchain. Durante el último lustro -especialmente bajo la administración de Fumio Kishida- se ha mostrado como un país friendly con los activos digitales en general y las criptomonedas en particular. De hecho, los exchanges sitos en este país asiático funcionan con menos restricciones que la que tendrían en los países occidentales. Además, impulsa proyectos que relacionan metaverso y NFTs, encontrándose desarrollando el programa piloto de su CBDC.Ahora mismo existe una brecha en la OCDE y en el G20 entre países favorables a los activos digitales y países poco o nada favorables, por no decir resistentes, a los activos digitales. Es una línea que va tomando cuerpo poco a poco. Al principio, final. Hoy, ya gruesa. En un lado, países como Japón, Estonia, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, si hablamos de la OCDE. Casi los mismos líderes en el G20, salvo que Estonia está aquí representada por la Unión Europea. Esa Unión Europea que, de momento, aparece en el otro lado de la línea. Bueno, también antes Japón aparecía en ese otro lado de la línea, con políticas muy restrictivas con respecto a las criptomonedas. Como decía Heráclito: todo fluye, todo cambia, nada permanece.