- El balance del Banco de Japón encaja con las estimaciones privadas
- El pasado martes se produjo un movimiento de enorme volatilidad en el mercado de divisas, cuando el yen, después de superar la barrera de los 150 yenes por dólar, vivió un bandazo inmediato que le hizo recuperar los 147,5 yenes en apenas unos minutos. Fue un movimiento inusual, incluso para el mercado de divisas, y abrió un debate en los mercados que todavía no se ha resuelto: ¿fue el gobierno japonés quien intervino a su divisa para evitar una caída excesiva, o fueron las fuerzas del mercado quienes generaron esta reacción?
Los precedentes del último año apuntaban en un principio a la intervención de las autoridades: no era la primera vez que el gobierno salía al rescate del yen, precisamente en ese nivel psicológico (los 150 yenes por dólar), ya que, hace apenas un año, en septiembre y octubre de 2022, la administración gastó en torno a 60.000 millones de dólares en varias operaciones para estabilizar la divisa del país.
El gobierno ha evitado reconocer, o negar, que hayan sido ellos los responsables de sostener al yen en esta ocasión, un silencio con el que probablemente pretenden evitar dar pistas sobre sus movimientos futuros a los especuladores del mercado. Sin embargo, hay un dato que ahora apunta a que, en esta ocasión Tokio no ha tenido nada que ver con la volatilidad que ha experimentado el yen.
El balance del BoJ encaja con las previsiones
Los cambios que ha experimentado el balance de activos del Banco de Japón esta semana encajan con las previsiones que lanzaron los analistas privados antes de la publicación, algo que, sin embargo, no ocurrió en las intervenciones del organismo del año pasado. Según los datos que recopila Bloomberg, en aquel momento, la decisión inesperada de la institución generó un diferencial entre las previsiones y el dato que finalmente se publicó, y esto no ha sido así en esta ocasión.
En declaraciones a la agencia, Yosuke Takahama, responsable del bróker Central Tanshi, reconoce que «es muy probable que en esta ocasión no ha habido una intervención», y apunta que, si el gobierno hubiese tenido algo que ver con el movimiento del yuan del martes, debería haber una diferencia entre los flujos previstos y los que finalmente se han publicado.
Ahora el Banco de Japón ha publicado un incremento de unos 10.000 millones de yenes en los últimos días, acorde con lo que los analistas habían previsto previamente. Desde el martes, el yen vive un rally que lo ha llevado a recuperar casi el 1% en tres jornadas, reduciendo las pérdidas que acumula la divisa en el año frente al dólar estadounidense hasta el 13,5%.
A final de mes se conocerá si fue el gobierno, o el mercado, quien generó la volatilidad en el yen
Las conclusiones de este culebrón que se ha formado en el mercado se conocerán definitivamente a finales de mes, cuando el ministerio de finanzas japonés desglosará la cuantía total de sus intervenciones en el mercado en octubre.
Si no ha sido Tokio, ¿quién?
Si el gobierno no ha tenido nada que ver con el brusco movimiento del yen del martes, ¿cómo es posible que la divisa haya vivido un movimiento tan violento en tan poco tiempo?
La principal hipótesis en este caso apunta a un movimiento generado por las órdenes automatizadas que colocan los operadores en el mercado, una táctica que puede llegar a generar movimientos rápidos cuando muchas de ellas se acumulan en los mismos niveles.
Siguiendo las directrices del análisis técnico, muchos inversores pueden encontrar un nivel psicológico clave en los 150 yuanes por dólar, y colocar órdenes de compra en este nivel al considerarlo suficientemente barato para volver a invertir. Además, hay analistas, como es el caso de Citi, que llevan avisando de que Japón defenderá su divisa para evitar que traspase esa línea roja. Este tipo de avisos podría haber convencido a muchos inversores a situar sus órdenes de compra en este nivel.