El antiguo fiscal general se ha impuesto por una diferencia de solo 0,73 puntos porcentuales a su rival progresista Lee Jae-myung, del Partido Democrático gobernante
Por la mínima. En unos comicios que han puesto en evidencia las profundas divisiones políticas del país, el antiguo fiscal general y candidato del conservador Partido del Poder del Pueblo (PPP), Yoon Suk-yeol, será el nuevo presidente de Corea del Sur, tras una victoria por un margen del grosor de una hoja de papel frente a su rival, Lee Jae-myung, antiguo gobernador de la provincia de Gyeonggi, y representante del progresista Partido Democrático (PD), hasta ahora en el gobierno.
Tras el final del recuento en la madrugada de este jueves, Yoon, de 61 años, ha resultado ganador con el 48,56% de los votos, frente al 47,83% que logró Lee. En su discurso de victoria, el exfiscal se ha congratulado por la “gran victoria del pueblo surcoreano”. Su rival ha aceptado la derrota y ha pedido disculpas a sus votantes, al señalar: “He hecho lo mejor que he podido, pero no he estado a la altura de las expectativas”. “Espero que el presidente electo se sitúe por encima de las divisiones y conflictos e inaugure una nueva era de armonía y unidad nacional”, ha agregado.
El resultado rompe el ciclo de alternancia en el poder de diez años entre conservadores y progresistas que se había convertido en tradición en la historia democrática de Corea del Sur. El PD ha permanecido en el Gobierno cinco, los del mandato del presidente saliente Moon Jae-in. Moon no se presentaba porque la Constitución prohíbe que los jefes de Estado puedan concurrir a la reelección.
El triunfo de Yoon, debutante en política, representa también una sorprendente vuelta al poder del PPP tras una dura derrota en los comicios de 2017. Aquellas elecciones se celebraron tras la destitución en un juicio político de la presidenta conservadora Park Geun-hye, por un grotesco escándalo de corrupción en el que salieron a la luz los lazos de la dirigente con el chamanismo. Decenas de miles de personas se habían lanzado a la calle cada semana en las principales ciudades surcoreanas para exigir la marcha de la entonces jefa de Estado. Paradójicamente, como fiscal general Yoon fue el responsable de que Park fuera declarada culpable y acabara en la cárcel.
Las elecciones de este miércoles se celebraban tras una agria campaña llena de insultos, acusaciones de corrupción y escándalos. Pero aunque las encuestas indicaban que ninguno de los candidatos gozaba de una amplia popularidad entre los ciudadanos, la participación alcanzó el 77,1% en un censo de 44 millones de llamados a las urnas.
El presidente electo ha prometido luchar contra la corrupción y favorecer la igualdad. Durante la campaña, los votantes se habían declarado especialmente preocupados por el desempleo juvenil, los altos precios de la vivienda y la desigualdad.