La necesidad de cambiar las ciudades y el modo de vida ha puesto a la orden del día la celebración de convenciones y foros de expertos para debatir y aportar soluciones
Corea del Sur, Arabia Saudí y México han emprendido ambiciosos proyectos sobre ‘ciudades del futuro’. En los últimos años, factores como el cambio climático y las energías alternativas han marcado, y siguen marcando, la agenda de sostenibilidad.
La contaminación y todos sus efectos tanto en el planeta como sus habitantes han puesto en evidencia la necesidad de cambiar y encontrar respuestas rápidamente. Esto también incluye la concepción de las urbes, teniendo en cuenta que las respuestas sobre cómo convertirlas en sostenibles serán las que creen los entornos urbanos del mañana.
La necesidad de avanzar hacia modelos de ciudades inteligentes y a la vanguardia de la sostenibilidad ha puesto a la orden del día la celebración de convenciones y foros de expertos para debatir y aportar soluciones desde diferentes vertientes.
Sin ir más lejos, el Foro de las Ciudades de Madrid celebrado el mes pasado reunió a más de 260 ponentes, entre los que se encontraron representados gobiernos locales, organismos internacionales, el mundo de la academia, la ciudadanía y expertos en distintas temáticas para debatir sobre temas como la planificación urbana, la movilidad y el papel de la tecnología en el urbanismo.
Oceanix, en Corea del Sur
Entre algunas de las principales problemáticas medioambientales se encuentra el aumento del nivel del mar y las inundaciones, que en ocasiones ha llegado a destruir infraestructuras e incluso ciudades. Este ambicioso proyecto responde a la escasez de suelo y a las amenazas climáticas vinculadas a la ciudad costera de Busan (Corea del Sur).
Oceanix–Busan es el primer prototipo mundial de comunidad flotante y sostenible basado en un urbanismo acuático. Las plataformas flotantes, aparte de ser sostenibles, permiten a las ciudades costeras expandirse hacia el mar, adaptándose a las subidas y bajadas de nivel.
Cada uno de estos soportes tiene su propósito, desde actuar como centros de investigación hasta servir como viviendas permanentes, además de contar con espacios de 30.000 m2 dedicados a actividades, invernaderos y puestos productivos.
En su versión inicial, OCEANIX–Busan estará compuesta por una superficie de 6 hectáreas y será capaz de albergar una comunidad de 12.000 personas, pudiendo crecer según las necesidades de su ciudad-madre en tierra firme.
Neom, en Arabia Saudí
Bajo el nombre de ‘’nuevo futuro’, esta ciudad, que se ubicará al norte del Mar Rojo, a 1.500km de Riad, pretende crear un nuevo modelo de urbe bajo la premisa de una vida sostenible y haciendo uso de las tecnologías más punteras.
Contando con una extensión de 26.000km, se abastecerá íntegramente de energía renovable, tanto solar como eólica, además de aprovechar sus 405km de costa para desalinizar agua y así conseguir cero emisiones de CO2.
La metrópoli tendrá como principal elemento la tecnología y se utilizará en todos los aspectos posibles. De hecho, contará con una luna artificial para alumbrar la ciudad por las noches y nubes artificiales para moderar las altas temperaturas de la zona a través de lluvias programadas.
NEOM busca convertirse en una ciudad 100% automatizada, un objetivo que busca aplicar de forma transversal: desde las nuevas formas de cultivo y procesamiento de alimentos, hasta la construcción de casas que no contaminen.
Sin embargo, uno de los mayores ejemplos de automatización lo encontramos en el acuerdo cerrado con Volocopter para ofrecer el primer servicio de taxis voladores.
Cancún Smart Forest City, en México
Este proyecto, pensado para la ciudad mejicana de Cancún, tiene como principal objetivo absorber 116.000 toneladas de dióxido de carbono. Para lograrlo, el plan urbanístico concibe una ciudad con 400 hectáreas de espacios verdes y 7’5 millones de plantas, permitiendo también almacenar 5.800 toneladas de CO2 al año.
Basada en energías renovables, Cancún Smart Forest City está pensada para contar con una torre desaladora a la entrada de la ciudad que le permitiría asegurar la provisión de agua. Además, el sistema de placas solares y las zonas de cultivo e invernaderos la convertirían en autosuficiente, además de constituir un ejemplo de economía circular.
Hoy en día una ‘ciudad del futuro’ tiene que incluir un sistema de movilidad sostenible y Cancún Smart Forest City ha ideado una red de movilidad interna íntegramente eléctrica y canales de agua navegables dentro de la urbe que permiten eliminar la presencia de automóviles privados.
Aunque, según los creadores del proyecto, la ciudad está pensada para que los habitantes dispongan de todos los servicios a una distancia que se pueda recorrer andando o en bicicleta.
Desde la movilidad hasta la construcción, son varios los países que están impulsando pioneras acciones para ganar la carrera hacia las ciudades del futuro.