Hoy podemos saber que la Agencia de Normas Alimentarias de Singapur en colaboración con empresas de comercio online y otras partes interesadas, han introducido una serie de normas de seguridad alimentaria para el comercio electrónico. Se trata de normas que ayudarán a mejorar las buenas prácticas, la seguridad y la confianza en las compras online de alimentos.
Un grupo de trabajo formado por el gobierno de Singapur, asociaciones de empresas alimentarias y otros actores relacionados con el mundo de la alimentación y el ecommerce, ha desarrollado un conjunto de normas de seguridad alimentaria en el comercio electrónico. Según la Agencia de Normas Alimentarias de Singapur, se trata de las primeras directrices voluntarias del mundo que tienen el cometido de mejorar las prácticas de la industria alimentaria que opera a través de internet.
Esta iniciativa se ha llevado a cabo como consecuencia del aumento significativo de la oferta y la demanda de productos de alimentación en el segmento del comercio electrónico, y es que cada vez más empresas de alimentación que operan físicamente, abordan el nicho de la venta online. El grupo que ha elaborado las directrices, explica que se han observado malas prácticas relacionadas con la seguridad de los productos en distintas plataformas de comercio electrónico, de ahí la creación de las normas y buenas prácticas.
Con estas reglas, se considera que se elevarían los estándares de la industria del comercio online, orientando a los operadores de las empresas alimentarias para que ofrezcan más seguridad, una mejor trazabilidad, transparencia y responsabilidad a la hora de comercializar alimentos a través de internet. Por otro lado, con ello se empodera a los clientes para que puedan tomar decisiones de compra más informadas, sobre todo si realizan sus compras en aquellas empresas de ecommerce que implementen el conjunto de normas. Por otro lado, este conjunto de normas también quiere ser de ayuda para aquellas empresas alimentarias que quieren introducirse en el segmento del comercio electrónico, de este modo podrán ofrecer un elevado nivel de seguridad alimentaria y confianza a sus clientes en el nuevo canal de venta.
Las pautas hablan de la estandarización de la información, las responsabilidades de los mecanismos de trazabilidad y retirada de alimentos, la titularidad de la gestión de posibles exigencias como quejas de los consumidores, incidentes de seguridad o retiradas de alimentos. Mejorar la experiencia de compra de los consumidores fortaleciendo la credibilidad y confiabilidad de las plataformas de comercio electrónico de alimentos, mejorar la seguridad alimentaria alentando a cada parte interesada del comercio electrónico para llevar a cabo la debida diligencia necesaria a través de la implementación de prácticas de inocuidad alimentaria como parte de sus operaciones, etc.
También se hace hincapié en que en el conjunto de normas se han tomado como referencia los marcos regulatorios que fueron desarrollados previamente para la entrega de alimentos listos para el consumo, así como las transacciones de comercio electrónico. El caso es que Singapur es el primer país del mundo, según Agencia de Normas Alimentarias, en desarrollar un conjunto de pautas y normas de carácter voluntario muy completo, adelantándose a otros países como Canadá o Estados Unidos, donde se está considerando desarrollar una guía similar. Según leemos aquí, en otros países como China han optado por la exigencia en la concesión de licencias y el cumplimiento de requisitos reglamentarios para los operadores de empresas alimentarias y otras partes interesadas del segmento.
Singapur está siendo noticia en el segmento de la alimentación, y es que parece que este país insular quiere ser referente en el mundo, recordemos que la Agencia de Normas Alimentarias de Singapur fue la primera del mundo en aprobar por regulación la carne picada de pollo de cultivo celular, es el primer país del mundo en el que se están realizando entregas a domicilio de productos elaborados con pollo de cultivo celular, ha sido el primer país en aprobar Solein, la proteína alimenticia elaborada a partir de agua, dióxido de carbono y electricidad, desarrollada por la empresa finlandesa Solar Foods.
La única pega es que el conjunto de normas sean de carácter voluntario, pero el compromiso y responsabilidad de cada empresa son los condicionantes que harán que sean adoptadas y, como dice la agencia, los consumidores podrán discernir quién cumple o no cumple esas normas y adquirir los productos donde ofrezcan mayor confianza. Podéis conocer todos los detalles de la noticia a través de la página oficial de Singapore Food Agency, y con más detalle a través de este Pdf de la agencia.