La economía japonesa se contrajo 0.3 por ciento en el tercer trimestre debido al aumento en el costo de las importaciones y el débil consumo privado, según cifras oficiales divulgadas el martes.
La cifra es inferior a las proyecciones del mercado, que esperaba un crecimiento de 0.3 por ciento. En el segundo trimestre del año, el producto interno bruto (PIB) japonés creció 1.1 por ciento.
La contracción se dio después de tres trimestres consecutivos de crecimiento, luego de que las cifras del primer trimestre fueron revisadas al alza.
La inversión empresarial aumentó en el periodo pero la inversión residencial privada disminuyó, mientras que el costo de las importaciones contrarrestó el crecimiento de las exportaciones, según la oficina del gabinete japonés.
Analistas anticiparon una recuperación en el consumo, pero reconocieron antes de la divulgación de los datos que Japón enfrentaría dificultades en su balanza comercial dados los altos precios de los productos básicos, como el petróleo, que encarecen sus importaciones.
La ralentización económica mundial, que “podría ser lastrada por el endurecimiento de la política monetaria, la política china de cero covid y la incertidumbre geopolítica”, es otro factor negativo para Japón, según los economistas de USB Masamichi Adachi y Go Kurihara.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, anunció en octubre un paquete de estímulo por 260 millones de dólares para contrarrestar el impacto inflacionario y la debilidad del yen.
La moneda japonesa se ha depreciado de 115 por dólar antes de la invasión rusa a Ucrania a cerca de 140 el martes.