El Gobierno el Nueva Zelanda lanzó este lunes una campaña mundial de recaudación de fondos para sufragar parte de los gastos de reconstrucción por los estragos causados a mediados de mes por el ciclón Gabrielle, que dejó al menos once muertos en la Isla Norte del país.
«Nos recuperaremos de Gabrielle reconstruyendo mejor, más seguro y más inteligente. Esta llamada global significa que podemos aprovechar las donaciones locales e internacionales y canalizarlas hacia las comunidades y proyectos que más las necesitan», apuntó el primer ministro, Chris Hipkins, en un comunicado.
Las autoridades estiman que los gastos derivados del paso del ciclón serán cercanos a los 13.500 millones de dólares neozelandeses (casi 8.300 millones de dólares estadounidenses o más de 7.850 millones de euros) que supuso la reconstrucción de la ciudad de Christchurch tras el terremoto de 2011.
Precisamente la campaña actual se basa en un modelo similar a la puesta en marcha tras el sismo en Christchurch, que provocó 185 muertes, y por la cual se recaudó más de 94 millones de dólares neozelandeses (casi 58 millones de dólares estadounidenses o alrededor de 55 millones de euros).
La campaña, que cuenta con una cuenta bancaria y un portal en internet, entre otros modos de donación, busca el respaldo de «sectores públicos y privados» tanto internacionales como domésticos. Nueva Zelanda celebrará además un sorteo especial de lotería cuyos fondos serán destinados a la recuperación tras el desastre natural.
«El sorteo especial de Lotto se llevará a cabo el sábado 18 de marzo y todas las ganancias se destinarán a las comunidades afectadas por el ciclón Gabrielle», señaló en el mismo comunicado la ministra de Interior, Barbara Edmonds.
Gabrielle tocó tierra el 12 de febrero al golpear con fuerza la Isla Norte, la región más poblada de Nueva Zelanda, y ha dejado hasta el momento once fallecidos y miles de desplazados, además de incontables estragos materiales y daños en las redes de energía y comunicación.
La policía continúa hoy su labor para tratar de localizar a cinco personas, aunque los oficiales precisaron previamente que se trata de residentes a los que no han podido contactar en lugar de personas dadas por desaparecidas.
El 14 de febrero, el Gobierno neozelandés declaró el estado de emergencia nacional, por tercera vez en la historia de la nación oceánica, para ayudar en la respuesta al ciclón, que golpeó la ciudad de Auckland -donde vive 1,6 millones de personas o más del 30 % de los 5,1 millones de habitantes del país- y varias regiones del norte del país afectadas en enero por históricas inundaciones.