Los jefes negociadores nucleares de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón se han reunido, este martes, en la capital indonesia, Yakarta, en medio de las especulaciones de que Corea del Norte podría llevar a cabo otra prueba nuclear, en consonancia con sus continuos actos de provocación, destacados por el lanzamiento de más de 60 misiles balísticos este año.
El jefe negociador nuclear surcoreano, Kim Gunn, se reunió con sus homólogos estadounidense y japonés, Sung Kim y Takehiro Funakoshi, respectivamente, en la Embajada de Estados Unidos ante Yakarta. También tiene programada una reunión bilateral, por separado, con Funakoshi, posteriormente, el mismo día. Los enviados sostuvieron, en septiembre, una sesión trilateral en Tokio, Japón.
Al comienzo de la reunión, Kim dijo, ante los reporteros, que durante los 30 últimos años, la comunidad internacional se mantuvo firme en su objetivo común de desnuclearización de Corea del Norte, agregando que no habrá ni una sola situación bajo la cual reconsiderarán tal meta, «ni en un millón de años».
También enfatizó que China tiene la capacidad de influir en Corea del Norte y que alentar a Pekín a que haga todo lo posible será otro tema importante sobre la mesa.
El jefe negociador de EE. UU. dijo que el comportamiento del Norte, este año, ha demostrado nuevamente que Corea del Norte plantea uno de los desafíos de seguridad «más graves» en la región y el resto del mundo.
Funakoshi dijo que los tres países responderán «resueltamente» en caso de que ocurra una séptima prueba nuclear.
Mientras tanto, la Unión Europea anunció nuevas sanciones contra ocho personas y cuatro instituciones de Corea del Norte, involucradas en los programas de desarrollo nuclear y de misiles del régimen reclusivo del presidente del Comité de Asuntos de Estado, Kim Jong-un.