El mundo aún no ha sido testigo de ningún repunte pospandémico en China, y Wall Street espera que poco cambie en 2024.
El continuo éxodo de los inversores mundiales evidencia que la tendencia bajista está intacta, y el sector inmobiliario del país sigue pareciendo cada vez más precario. Mientras tanto, Pekín debe averiguar cómo resolver la deflación y el histórico desempleo juvenil, así como la crisis de confianza entre sus ciudadanos.
Es posible que China logre cierto grado de estabilización este año, pero los expertos siguen dudando a la hora de pronunciarse al alza sobre el país.
El mercado bursátil chino, por ejemplo, ha perdido unos 6 billones de dólares desde que alcanzó su máximo en 2021. Los nombres tecnológicos en particular, como Tencent, Alibaba y Baidu, han experimentado subidas y bajadas meteóricas en los últimos tres años en medio de las extensas medidas antimonopolio de China.
«Claramente, el control más estricto de China sobre sus empresas tecnológicas en los últimos tres años las ha colocado en una seria desventaja frente a sus homólogas estadounidenses en los mercados públicos», escribieron el viernes en una nota los cofundadores de DataTrek Nicholas Colas y Jessica Rabe.
La falta de una política de apoyo —o de algo parecido a una perspectiva política coherente— ha mantenido los índices de referencia cerca de mínimos de varios años. Los inversores extranjeros fueron vendedores netos en enero por sexto mes consecutivo.
Mike Edwards, director adjunto de inversiones de Weiss Multi-Strategy, argumenta que los responsables políticos no han dado a los inversores motivos suficientes para invertir en renta variable. El «pésimo sentimiento» sobre China, dice, es prácticamente universal en estos momentos.
«Ha quedado relativamente claro que un enfoque de estímulo tipo ‘bazuca’ o ‘conmoción y pavor’ no está en las cartas», asegura Edwards a Business Insider. «Pero creemos que el giro puede fraguarse demostrando dedicación a las políticas favorables al mercado, aunque esta dedicación nazca de la desesperación».