La huelga indefinida de camioneros en Corea del Sur en protesta por la falta de ayudas ante la subida del combustible alcanzó hoy su séptimo día, con el país encarando cada vez más problemas logísticos y las negociaciones entre el sindicato y el Gobierno rotas por el momento.
Hoy mismo el sindicato, que agrupa a unos 22.000 transportistas, aseguró que durante la última semana trató de alcanzar un acuerdo con el Ministerio de Transporte y Territorio, pero dijo que el diálogo eventualmente se ha roto.
Los camioneros llevan en huelga desde el pasado 7 de junio tras advertir durante meses que irían a la huelga si el Gobierno no extiende la duración de un programa de ayudas activado en 2020 para garantizar una tarifa mínima de transporte y cuya finalización está prevista el próximo 31 de diciembre.
El sindicato, que argumenta que sin ese programa los conductores verán esquilmados sus ingresos debido a la subida del precio del diésel, aseguró hoy que el domingo se llegó incluso a alcanzar un acuerdo provisional en el que el Gobierno se comprometía a realizar esfuerzos «activos» para actualizar y extender el programa de ayudas.
Sin embargo, la federación de trabajadores asegura que las objeciones de última hora del conservador y gobernante Partido del Poder Popular (PPP) evitaron la firma de un acuerdo y rompieron el diálogo.
Unos 4.100 miembros (un 19 %) del sindicato está participando en la huelga, provocando problemas logísticos y de producción a las industrias locales.
En el puerto de Busan, el mayor del país, el número de contenedores que entraron y salieron en la víspera se redujo en un 75 % con respecto al mismo día del mes anterior, y en el de Incheon, el segundo mayor fondeadero comercial surcoreano, la caída fue del 20 %, según datos que publica la agencia de noticias Yonhap.
Las cementeras, las acerías o las empresas del sector automotor han dicho que han empezado a ver reducida su producción debido a los problemas logísticos derivados de la huelga.