El primer ministro japonés, Fumio Kishida, declaró en su cumbre con el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol en Seúl: “Me duele el corazón, ya que muchas personas sufrieron tantas dificultades y penas bajo el duro ambiente de la época”, refiriéndose a los coreanos obligados a realizar trabajos forzados durante el dominio colonial japonés de la península coreana (1910-45).
Los dos líderes celebraron ese día una rueda de prensa conjunta en la oficina presidencial de Seúl.
“Como primer ministro de Japón, creo que mi deber es continuar los esfuerzos de nuestros predecesores que superaron tiempos difíciles y cooperar con el presidente Yoon y otros para el futuro”, dijo el primer ministro Kishida.
“Acordamos una vez más que Corea y Japón, dos países que comparten valores universales, deben cooperar estrechamente en el proceso de responder a la seguridad nacional, la economía y la agenda global”, dijo el presidente Yoon.
Los dos líderes expresaron que la mejora de las relaciones Corea-Japón aporta enormes beneficios a los pueblos de ambos países y acordaron elevar las relaciones bilaterales a un nivel superior.
“Dimos la bienvenida a la plena realización de la cooperación en seguridad nacional y economía, como el diálogo de seguridad nacional entre funcionarios diplomáticos y de seguridad nacional acordado en nuestra cumbre de marzo, las conversaciones de seguridad económica entre consejos de seguridad nacional y las reuniones de ministros de finanzas”, añadió Yoon.
Kishida por su parte agregó que “confirmamos que se está aplicando fielmente el procedimiento de reinstauración de la lista blanca, (de la que Corea fue excluida) que fue una importante medida inamistosa entre ambas naciones”.
Sobre la cooperación bilateral, Yoon añadió que “acordamos que la estrecha comunicación y consulta entre los líderes de Corea, EE.UU. y Japón son fundamentales en una situación en la que la cooperación trilateral de los tres países es crítica con la próxima cumbre del G7”.
Ambos líderes acordaron también enviar un equipo de inspección de expertos coreanos para comprobar in situ el agua contaminada por radiactividad procedente del reactor nuclear japonés de Fukushima.
Con motivo de la cumbre del G7, prevista del 19 al 21 de mayo en Hiroshima (Japón), ambos visitarán el Memorial de la Paz de Hiroshima y rendirán homenaje en el monumento construido en memoria de las víctimas coreanas del bombardeo nuclear.