Lukashenko se alinea con la visión de un “mundo multipolar” de Pekín y defiende el rol de la superpotencia asiática para “evitar una confrontación mundial”.
El presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, un aliado clave de Moscú, “está plenamente de acuerdo y apoya” el plan de paz para la guerra de Ucrania presentado por China la semana pasada. Así lo ha asegurado el dirigente durante un encuentro mantenido este miércoles en Pekín con su homólogo chino, Xi Jinping. Lukashenko aterrizó el martes por la noche en Pekín para estrechar lazos con el gigante asiático durante una visita de Estado que subraya el giro hacia oriente de un país sometido a sanciones por parte de sus vecinos de la Unión Europea y desde cuyo territorio, hace un año, salieron tanques rusos para invadir Ucrania.
La turbulencia de la guerra en Europa ha sobrevolado el encuentro como telón de fondo. El viaje del bielorruso llega después de que Pekín presentara el pasado viernes un plan de paz con doce puntos para resolver el conflicto –recibido con escepticismo por Washington, Bruselas y la OTAN–. En los últimos días, la inteligencia estadounidense ha expresado además sus sospechas de que China podría estar valorando el suministro de drones y armamento letal a Rusia –algo que niega Pekín–.
Durante la entrevista entre los jefes de Estado, Xi ha reiterado algunos de los principios de su propuesta de paz: ha reclamado “abandonar toda mentalidad de Guerra Fría” y » respetar las legítimas preocupaciones de seguridad de todos los países”, con los que Lukashenko se ha mostrado plenamente de acuerdo. La propuesta china es “de gran importancia para resolver la crisis”, ha replicado, según la lectura de la agencia oficial china Xinhua. El encuentro ha concluido con la firma de numerosos acuerdos de cooperación.
“La reunión de hoy se celebra en un momento muy difícil que requiere nuevos enfoques no convencionales y decisiones políticas responsables”, ha expresado el autócrata bielorruso en el careo con Xi, mantenido durante la tarde del miércoles. Lukashenko ha subrayado que estas iniciativas han de ir encaminadas “a evitar una confrontación mundial que no tendrá vencedores” y se ha alineado sin fisuras con las tesis de Pekín. “Bielorrusia ha propuesto activamente la paz y apoya plenamente su iniciativa sobre la seguridad internacional”, le ha dicho a Xi, según la lectura oficial de la cita, publicada por la agencia bielorrusa Belta.
El dirigente chino ha recordado el encuentro de ambos en Samarcanda, el año pasado, durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, cuando acordaron elevar las relaciones bilaterales “a la categoría de asociación estratégica integral”. Y ha asegurado que hay un hueco para Bielorrusia en el “proceso de desarrollo y modernización de alta calidad” de China. También ha definido la amistad de los dos países: “Inquebrantable”.
“China es partidaria de un mundo multipolar. Nosotros seguimos la misma política”, ha defendido también Lukashenko en otra de las entrevistas de la jornada, con Li Zhanshu, número tres del Partido Comunista y presidente de la Asamblea Popular Nacional ―el legislativo chino―. A menudo, China cita este mismo concepto para criticar lo que considera un excesivo peso de Occidente, y especialmente de Estados Unidos, en el tablero mundial. Durante este encuentro, el líder bielorruso ha defendido que las agendas de política interior y exterior de ambos países bailan al mismo ritmo: “Nos atenemos a los mismos principios”. Y ha asegurado que el ascenso de China a la categoría de “potencia global” implica que hoy es imposible resolver ninguna crisis sin contar con el gigante asiático.
El encuentro con el primer ministro, Li Keqiang, se ha centrado en la profundización de los lazos económicos. Li ha subrayado los “beneficios mutuos” de la cooperación entre ambos países, según Xinhua. Mientras, el líder europeo ha recordado sus 13 visitas a China, país al que considera una fuente de inspiración en esta materia, con la creación de zonas económicas especiales. Lukashenko ha dado las gracias por la “enorme asistencia y apoyo” de Pekín a Bielorrusia, destacando iniciativas puestas en marcha bajo el marco de la Nueva Ruta de la Seda, el megaprograma de infraestructuras y relaciones comerciales que China lanzó hace casi una década.
Por Bielorrusia conectan los trenes de mercancías que viajan de China a Europa, una de las piedras angulares de los nuevos caminos comerciales impulsados por Pekín; y a las afueras de Minsk crece el parque industrial Great Stone, donde cooperan compañías chinas y bielorrusas, y de otra docena de países.
“No tenemos temas cerrados para la cooperación. Cooperamos en todas las vías”, ha añadido el bielorruso, en una frase con ecos de la amistad “sin límites” que se profesaron el presidente Xi y el líder ruso, Vladímir Putin, en febrero de 2022, tres semanas antes de que el Kremlin ordenara a sus tanques cruzar las fronteras de Ucrania. “Nunca nos hemos propuesto ser amigos o trabajar contra terceros países”, ha zanjado Lukashenko.