El emperador japonés Naruhito expresó hoy su deseo de que 2023 sea un año de esperanza en un momento aún marcado por la pandemia y la guerra en Ucrania.
«Deseo que el nuevo año sea uno en el que la gente en Japón y el resto del mundo puedan transitar con esperanza», dijo Naruhito en su tradicional discurso de Año Nuevo, publicado hoy por la agencia de la Casa Imperial.
El jefe de Estado, de 62 años, dijo sentir una «profunda tristeza por las muchas vidas perdidas» en las guerras y conflictos en todo el mundo y subrayó la importancia del diálogo repetido «para superar las diferencias y trabajar conjuntamente en la comunidad internacional».
Tras haber reanudado sus visitas a diferentes regiones de Japón este año tras los momentos más restrictivos de la pandemia, el emperador agradeció al pueblo japonés que lo recibiera efusivamente durante estos viajes.
El lunes, la familia imperial tiene previsto volver a celebrar, por primera vez en tres años, el tradicional evento en el que saluda al público desde un balcón del Palacio Imperial por el Año Nuevo.
Será la primera vez que la princesa Aiko, única hija de Naruhito y su esposa Masako, participe en esta ceremonia, ya que durante la pandemia cumplió la mayoría de edad.
Por su parte, Naruhito y Masako, que este año cumplirá 60 años, tienen previsto visitar en junio la prefectura nororiental de Iwate, que resultó duramente golpeada por un gran terremoto y tsunami en 2011, y también a la isla septentrional de Hokkaido en septiembre y a las prefecturas de Kagoshima (suroeste) e Ishikawa (costa oeste) en octubre.
También cabe la posibilidad de que la pareja imperial acuda a la ceremonia de coronación de Carlos III de Inglaterra prevista para el próximo mes de mayo. AG