La actividad de los servicios en Japón creció en septiembre por decimotercer mes consecutivo, pero al ritmo más lento desde principios de año, mostró una encuesta privada, una señal preocupante ya que el sector ha sido un motor del crecimiento económico en medio de la debilidad de las manufacturas.
El índice de gestores de compras (PMI) final cayó a 53,8 en septiembre desde 54,3 de agosto, afectado por la ralentización de los nuevos negocios y el estancamiento de los pedidos de exportación.
El nivel del índice fue el más bajo desde enero, según la encuesta elaborada por S&P Global y publicada el miércoles. Fue ligeramente superior a la lectura preliminar de 53,3 y se mantuvo por encima del umbral de 50,0 que separa la expansión de la contracción desde agosto del año pasado.
Sin embargo, se observaron signos de debilitamiento en el sector servicios, que ha sostenido a la tercera economía mundial en los últimos trimestres en un contexto de escasa demanda mundial de sus productos manufacturados.
Los nuevos pedidos de exportación se estancaron, poniendo fin a 12 meses consecutivos de expansión. El auge del turismo se vio contrarrestado por la persistente debilidad del yen, según la encuesta.
Aunque la expansión del sector servicios siguió siendo sólida en general, los focos de debilidad del mes pasado subrayan el reto que supone para los responsables políticos contar con la demanda interna para impulsar la recuperación económica.
Las empresas que comunicaron un descenso de sus plantillas lo atribuyeron a que no sustituyeron a quienes se marchaban voluntariamente.
En septiembre, el sector se vio presionado por el aumento de los costos del combustible, los servicios públicos y la mano de obra, pero la tasa de inflación de los precios de los insumos disminuyó en comparación con agosto.
Los proveedores de servicios siguieron siendo optimistas sobre su actividad empresarial en los próximos 12 meses, pero de nuevo el grado de confianza fue el más bajo en ocho meses, y algunos citaron la inflación y las altas tasas de interés como motivos de preocupación.
El PMI compuesto, que combina las cifras de la actividad manufacturera y los servicios, cayó a 52,1 en septiembre desde 52,6 de agosto, manteniéndose por encima del umbral de 50 por noveno mes consecutivo.