Los bancos centrales de todo el mundo que esperaban que la alta inflación se frenara por la mejora de las cadenas de suministro mundiales vieron poco alivio durante abril, ya que los nuevos confinamientos por el coronavirus en China y la guerra en Ucrania alargaron los plazos de entrega y subieron los costos, según análisis de la Reserva Federal de Nueva York y de otros.
El índice de abril, que combina una serie de estadísticas sobre costos de transporte mundial, plazos de entrega y otros datos, «sugiere que la moderación que hemos observado en los últimos meses se ha invertido parcialmente, ya que las medidas de confinamiento en China y los acontecimientos geopolíticos están ejerciendo más presión sobre los plazos de entrega y los costos de transporte en China y la zona del euro», escribió un equipo de economistas de la Fed de Nueva York.
Un índice de Oxford Economics sobre los problemas de suministro en Estados Unidos bajó el mes pasado, pero la mejora enmascaró un descenso de las mercancías que llegan de China, un factor que ayudó a aliviar los problemas en el sector del transporte.
Un sondeo de Morning Consult reveló que un gran número de consumidores estadounidenses declararon que en abril no había productos disponibles o eran más difíciles de encontrar, o que los plazos de entrega de los productos pedidos por Internet se habían ralentizado.
Alrededor del 60% de los compradores de comestibles informaron de «dificultad para encontrar ciertos artículos», y el 40% dijo que las entregas de productos para la mejora del hogar se habían ralentizado, según la encuesta.
«Las condiciones de la cadena de suministro siguieron siendo muy tensas en abril (…) Los retos de la logística disminuyeron (…) pero tomamos esta lectura con un poco de escepticismo, ya que la mejora fue en parte artificial, ya que los confinamientos en China ralentizaron los flujos comerciales en los puertos de Estados Unidos y pesaron en la actividad empresarial», escribió Oren Klachkin, economista principal de Estados Unidos de Oxford Economics.
Fuera de juego
La Reserva Federal y otros grandes bancos centrales ya están subiendo las tasas de interés o tienen planes para hacerlo en un esfuerzo por frenar la inflación que está muy por encima del objetivo del 2%, que se ha convertido en la norma de la política monetaria en las principales economías desarrolladas del mundo.