Indonesia traslada 90 rohinyás a un centro de acogida e identifica a 6 jóvenes fallecidas

Un grupo de 90 rohinyás llegados la víspera por barco a Indonesia fueron traslados a un centro de acogida temporal en el oeste de Indonesia, mientras que las autoridades identificaron a seis jóvenes de entre 14 y 17 años que murieron en la travesía, indicaron este viernes fuentes policiales.

El jefe de la Unidad de Investigación Criminal, Adi Wahyu Nurhidayat, dijo en un comunicado que las seis fallecidas rohinyás, una perseguida minoría originaria de Birmania (Myanmar), serán enterradas en el cementerio de Gampong Meunasah Asan en la provincia de Aceh, al norte de la isla de Sumatra.

El grupo de 90 rohinyás, incluidos 37 hombres, 46 mujeres y 7 niños, fueron traslados a un centro de acogida instalado en el campo de fútbol de Gampong Seuneubok Rawang en la misma provincia.

Los rohinyás, incluidas las seis jóvenes muertas, fueron localizados el jueves en una playa del distrito de Madat en Aceh tras bajar de un barco que no ha sido localizado.

El pasado viernes, otros 150 rohinyás, incluidos mujeres y niños, desembarcaron en Aceh tras pasar varios días frente a las costas porque los vecinos no les permitían bajar de la humilde embarcación de madera tras una travesía desde Bangladés.

Desde hace años, los rohinyás huyen de Birmania, un país de mayoría budista en el que sufren discriminaciones y abusos, y de Bangladés, donde más de un millón de esta minoría étnica viven hacinados en campos de refugiados.

Los rohinyás suelen embarcarse en peligrosas travesías entre noviembre y marzo, cuando las condiciones del mar son mejores en el golfo de Bengala y el mar de Andaman, con la intención de llegar a Malasia o Indonesia.

El ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, registró el pasado año la llegada de más de 2.300 refugiados rohinyás a las costas de Indonesia, un número mucho mayor que el de los últimos años.

Estas llegadas, que al principio eran bien acogidas, han creado tensiones en Indonesia, un país no signatario de la convención de refugiados de la ONU, y los vecinos se oponen en ocasiones a que desembarquen.

El brutal operativo que el Ejército birmano lanzó en agosto de 2017 contra la población rohinyá en el norte del estado de Rakáin (Arakan) motivó el éxodo de más de 720.000 refugiados a la vecina Bangladés y le valió a Birmania una acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya. EFE