De cara a las elecciones, con una economía débil y el peso que se aprecia frente al dólar, la Argentina estuvo entre los que más padecieron la crisis, cuando en el resto del mundo las monedas locales se devalúan
La tasa norteamericana está en el nivel de la crisis subprime que comenzó en 2007 y terminó al año siguiente con la caída de Lehman Brothers, el gigante financiero que más involucrado estuvo en el negocio de colocación de hipotecas.
El Banco Central con una intervención récord de USD 80 millones no pudo impedir que todos los dólares subieran. Es que los bonos que utiliza para frenarlos tienen precios irrisorios con paridades de hasta 28% y se necesitan cada vez más títulos para intervenir.
La paradoja es que el peso oficial se revalúa ante el dólar, pero nadie lo quiere. Hay una huida masiva de los pesos y de todos los activos que coticen en esa moneda.
“Llegar con un tipo de cambio real atrasado es echar más leña al fuego porque es cada vez más insostenible la dinámica y salir de allí va a generar fuertes desequilibrios y una crisis financiera” (Salvador Vitelli)
Para el analista financiero Salvador Vitelii “hoy la intervención para contener al dólar fue récord: superó los USD 80 millones. El costo fue alto porque el Banco Central además cortó una racha de 35 ruedas de compras en el mercado mayoristas al vender USD 19 millones. El costo va in crescendo porque las perspectivas se van deteriorando y como se está destruyendo el peso. Estamos asistiendo a una caída extrema de la demanda de la moneda local. No solo está subiendo el dólar, sino que se está desplomando la demanda entera del peso. Ya no hay inversores que quieran deuda en moneda local. En un momento vi las puntas. Por momentos el Banco Central tenía que colocar los Bids (ofertas) porque la venta no conseguía punta compradora. Nadie quería quedarse en pesos.“Cuando todo sube, algo está bajando y ese algo es el peso que está padeciendo el descalabro fiscal y las malas perspectivas. Hay una fuerte demanda dolarizadora que se ve en los volúmenes de negocios. Hay desarme de plazos fijos y eso que tenemos una tasa que está por encima de la tasa interanual. La caída del peso se está dando con bastante antelación a las elecciones. El mercado apuesta a un balotaje, por lo menos así lo demuestran los dólares futuros donde fin de octubre no está demasiado caliente. Si el mercado cree que hay un triunfo en primera vuelta ese futuro debería estar bastante más arriba. El último mes del año alcanzó una tasa efectiva anual de 2.000%”, agregó.
Según Vitelli, esa tasa genera oportunidades para los que tienen aversión al riesgo y esperan una devaluación fuerte: “Las aseveraciones de Milei, las que más influyen en este momento, reflejan esto en un mercado de cambios que ya está muy roto. El tipo de cambio está más atrasado que antes de las PASO y venimos acumulando problemas bajo la alfombra. Llegar con un tipo de cambio real atrasado es echar más leña al fuego porque es cada vez más insostenible la dinámica y salir de allí va a generar fuertes desequilibrios y una crisis financiera”.
Lo cierto es que el MEP con negocios elevados, subió en el contado inmediato $10,81 (+1,8%) a pesar de la intervención oficial. El contado con liquidación (CCL) aumentó $8,20 (+1%) a $833,87. El dólar libre subió $10 a $810. Todo esto sucede en días que, estacionalmente, son los menos favorables para los dólares por los pagos que hay que realizar.
En el Senebi, donde las negociaciones son libres, en el contado inmediato el dólar MEP aumentó $35 a $820 y el CCL $25 a $853.
Para el trader Esteban Monte “cada vez le cuesta más al Banco Central contener al MEP. Ahora está subiendo $11 por día contra $4 de la semana pasada. El CCL sigue su maratón alcista y aumenta $30 diarios. Al mal contexto local se agrega la suba de las tasas de los bonos americanos que aceleraron su alza luego del dato de la encuesta de empleo y se acercaron a 5%. Ingresamos en el mes electoral y el dólar está totalmente lanzado. En los próximos días podríamos ver máximos para la divisa que amenaza llegar a $900″.
Para hoy, los bancos le pidieron al Central que les envíe USD 51,2 millones para atender las necesidades de los depositantes.
Los bonos de la deuda tuvieron fuertes bajas. El GD35 que es uno de los títulos con ley extranjera más buscado, perdió 3,9%. El AL30D que es el bono que se utiliza para bajar a los dólares, bajó 1,7%. En estas circunstancias, el riesgo país aumentó 37 unidades (+1,4%) a 2.637 puntos básicos.
Según el analista financiero Franco Tealdi “la tasa de los bonos de Estados Unidos llegó a 4,80% un nivel que no veíamos desde hace 16 años y se llevó por delante bonos de países desarrollados, bonos corporativos, bonos emergentes y bonos de grado especulativo entre los que se encuentran los de la Argentina. Fue un tembladeral. Las Bolsas bajaron, particularmente el índice S&P 500 (-1,37%) de la Bolsa de Nueva York que cerró en septiembre el peor mes del año. Parece que octubre se encamina a ser otro mal mes”.
“A ese contexto global, la Argentina debe sumar sus problemas internos. Los ADRs no se salvaron y, como no hay fundamentals para atajar el vendaval, los dólares financieros alcanzaron niveles récord, a pesar de que el Central intervino todo el día. Eso se vio claramente en la diferencia que hay en los precios de contado inmediato y 48 horas. Solo queda esperar un rebote”, concluyó Tealdi.
El remezón se sintió en el mercado oficial y en el de futuros. El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini señala que “la Argentina soportó caídas de hasta 10% en deuda soberana hard dollar y las reservas terminaron golpeadas. La demanda por dolarización de carteras catapultó el volumen operado en AL30D a 48 horas desde los USD 63 millones del lunes a USD 82,5 millones, un nivel similar al de la presión pre PASO. De esta manera, el dólar subsidiado lleva una suba del 3,6% en dos ruedas del mes, mientras en todo setiembre subió 4% lo que muestra las dificultades del Central para controlar la demanda en este contexto. Recordemos que de las reservas brutas apenas unos USD 6.900 millones están conformados por dólares”.
Sobre el mercado de futuros indicó que siguen agregando tensión. “Para fin de año el ajuste fue de $707 lo que equivale a 102% de devaluación desde aquí a fin de año y 300% para todo el año. La desconfianza crece día a día. Octubre y noviembre cerraron a la baja y, si incluimos en el análisis que en el MAE se operaron USD 200 millones, un volumen relativamente alto y poco habitual como operaciones en las primeras tres de las cuatro posiciones que se negocian, nos da una alta probabilidad de que se trate de una intervención oficial”.
Las reservas terminaron la rueda con una caída de USD 69 millones a USD 26.566 millones.
La Bolsa operó un volumen más elevado de $10.263 millones y el S&P Merval de las acciones líderes subió 0,74% en pesos y cayó 0,2% en dólares.
Los ADRs -certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron caídas generalizadas, excepto IRSA que aumentó 4,5%.
Para hoy la rueda promete ser más tensa en particular en los mercados de futuros, donde el BCRA descarga su artillería en los plazos más cortos para defender las elecciones de octubre. Desde ya, se espera otra intervención récord para contener al dólar. Es un desgaste innecesario y riesgoso pero en octubre los principios electorales están por encima de los económicos y el mercado lo advierte.