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Después de las elecciones generales del 14 de febrero en Indonesia y tras la primera ronda de votos, se espera que Prabowo Subiato gane la presidencia con una victoria aplastante. Prabowo es conocido por haber sido comandante de las fuerzas especiales durante el régimen del exdictador indonesio Suharto, de quien además es yerno. Bajo el servicio de Suharto, Prabowo llevó a cabo numerosos abusos de derechos humanos, que incluyen crímenes de guerra en Papúa y Timor Oriental, una represión contra activistas estudiantiles que resultó en al menos cuatro muertes, además de numerosas lesiones y la presunta desaparición de más de una docena de activistas a favor de la democracia.
En exgeneral participó en las dos últimas elecciones presidenciales, de 2014 y 2019, como un populista de línea dura bajo la bandera del partido Gerindra, que fundó en 2008. en estas campañas, colaboró con grupos islámicos de extrema derecha y a menudo utilizó retórica divisiva y ataques personales. Después de la derrota frente al presidente actual Joko Widodo (Jokowi) en 2019 tras una segunda votación, sus partidarios protagonizaron disturbios en las calles, y él impugnó los resultados por presunto fraude electoral. Un tribunal desestimó rápidamente estas afirmaciones. Como medida para apaciguar a los votantes descontentos, Jokowi extendió una ofrenda de paz y lo nombró ministro de Defensa.
En estos días, la relación que tiene con Jokowi parece más fuerte que nunca, especialmente desde que Prabowo eligió al hijo mayor de Jokowi, Gibran Rakabuming Raka, de 36 años, para ser su vicepresidente. Esta decisión fue polémica, ya que la ley de Indonesia requiere que los candidatos tengan al menos 40 años para poder presentarse a estos puestos. Sin embargo, el Tribunal Constitucional, liderado por el presidente del tribunal Anwar Usman, cuñado de Jokowi, quebrantó la regla en este caso en particular, con el argumento que el joven podía ser elegido por haber ocupado un cargo de líder regional en un puesto por elección popular.
Aunque se considera inapropiado que un presidente en funciones muestre preferencias en las elecciones de Indonesia, en una sorprendente estrategia, Jokowi respaldó tácitamente a ambos, e incluso pasó por alto al candidato Ganjar Pranowo de su propio partido, el Partido Democrático Indonesio de Lucha (PDI-P). Después, se emitió el documental “Voto sucio”, con el argumento de que Jokowi utilizó recursos estatales para apoyar la campaña de Probowo y sobornó a los votantes a fin de obtener sus votos.
Este respaldo de Jokowi, que hasta diciembre de 2023 disfrutaba de una tasa de aprobación del 76%, probablemente tuvo un impacto significativo en las elecciones. Sin embargo, el éxito de Prabowo no se debe únicamente a Jokowi, sino que refleja una campaña diseñada cuidadosamente para suavizar su imagen y aprovechar el influyente voto de los jóvenes, pues el 52% de las personas con derecho a voto en Indonesia tienen entre 17 y 40 años.
El abuelito tierno
En estas elecciones, Prabowo se presentó como un abuelito entrañable, con un baile característico, una mascota de animación y amor por los gatos. El exgeneral logró conquistar el voto de los jóvenes y usó plataformas como TikTok, Instagram, y otras redes sociales para suavizar su imagen deteriorada. En la siguiente publicación de Instagram, vemos a Prabowo en su casa, posando con su gato Bobby junto al embajador de China, después de la vistia que le hizo este último para felicitarlo por la victoria.
De manera similar, en este vídeo de TikTok, se puede ver a Prabowo haciendo su característico “baile tierno” mientras se mueve alrededor del escenario, ambos sellos distintivos de sus campañas electorales en 2024.
Muchos de los comentarios elogiaron al exgeneral como “muy lindo” y dejaron mensajes de apoyo bajo el lema “todo por el señor Prabowo R1 
” y ”Este hombre es muy entusiasta, señor, seguro que ganará. Estoy seguro de que puede hacerlo, no tiene que escuchar lo que dice la gente. Debe tener confianza, ser entusiasta ”.
Prabowo también lanzó una pegadiza canción de campaña que se difundió considerablemente en las redes sociales.
Además de haber suavizado su imagen, muchos de los votantes son demasiado jóvenes para recordar de primera mano los anteriores escándalos de Prabowo o el régimen autoritario de Suharto.
Con su afable y educada personalidad, no parecía que le afectaran los comentarios sobre las violaciones de los derechos humanos y la conducta que tuvo anteriormente. Además, a lo largo de la campaña, logró esquivar gran parte de la crítica sobre su pasado sangriento, aunque sus opositores impulsaban campañas como “¡No votes por un secuestrador!”.
Qué esperar ahora
Dada la gran popularidad de Jokowi, gran parte de la campaña de Probowo se basó en seguir los pasos del presidente saliente. Mientras Jokowi era percibido como un capitalista fuerte cuya fortaleza residía en impulsar el comercio y la economía de Indonesia a través de relaciones internacionales, muchos jóvenes esperaban que Prabowo también contribuyera a aumentar empleos y oportunidades. Un usuario de TikTok comentó en uno de los vídeos del candidato: “Espero que al elegir al señor Prabowo como presidente, también mi cartera esté contenta”.
Gran parte de sus promesas electorales giraron en torno a la reducción de la dependencia internacional para generar más empleos nacionales, aumentar la producción de alimentos nacionales con el objetivo de reducir las importaciones, e implementar un programa para brindar alimentos y leche gratuita para los escolares.
No obstante, hay quienes no están convencidos.
John Muhammed es uno de los activistas que fue acosado y atacado en 1988 por las fuerzas de Probowo durante su tiempo como activista estudiantil, y está preocupado de que esto pueda llevar a un aumento de violaciones de los derechos humanos en Indonesia. Se lo comentó a AlJazeera en una entrevista:
Los activistas ambientales también están preocupados después de que Prabowo insinuó que retrocedería en algunos compromisos ambientales que Jokowi había hecho con la intención de reducir la deforestación en los bosques tropicales endémicos de Indonesia. Cuando le preguntaron sobre el compromiso de Indonesia para reducir la deforestación para 2030 en la COP26, la conferencia anual de Naciones Unidas, dijo:
Queda por ver si Prabowo mantendrá ese semblante sosegado o volverá a su antigua conducta de enojo y amenazas una vez asuma el cargo en octubre.
