El Ministerio de Defensa de Taiwán (MDN) advirtió en un informe que, a pesar de la modernización de las Fuerzas Armadas chinas, el régimen de Beijing aún “carece de la capacidad completa de combate convencional para una invasión integral de Taiwán”.
Según el documento, “la aplicación de tácticas contra Taiwán todavía está limitada por el entorno geográfico natural del Estrecho, la falta de vehículos de desembarco y las capacidades logísticas insuficientes”. El informe fue presentado al Parlamento y destaca las dificultades que enfrenta China para llevar a cabo una invasión total de la isla.
Sin embargo, el MDN también alertó que China está intensificando los preparativos para posibles “operaciones conjuntas de desembarco” en la isla con el objetivo de “resolver a fondo el problema de Taiwán”.
El texto subraya que “el Ejército chino continúa mejorando su eficiencia de mando y control conjunto, acelerando la revisión y emisión de diversas directrices operativas del sistema, construyendo nuevas capacidades de combate y desarrollando tecnologías militares emergentes y armamento”.
Desde la asunción del presidente taiwanés William Lai en mayo de 2023, China ha incrementado su presión militar sobre el territorio. Ante este contexto, el Gobierno taiwanés ha propuesto aumentar el presupuesto de Defensa hasta 647.000 millones de dólares taiwaneses (20.220 millones de dólares) para 2025. Este incremento tiene como objetivo fortalecer la capacidad defensiva de la isla frente a las crecientes amenazas de Beijing.
Durante una reciente visita a China, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó que la política de Estados Unidos respecto a Taiwán “no ha cambiado” y seguirá siendo la misma.
“Nuestra política sobre Taiwán no ha cambiado y seguirá igual. De hecho, ha contribuido en las últimas décadas a mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho”, declaró Sullivan.
Por su parte, Wang Yi, máximo jefe de la diplomacia china, insistió durante su reunión con Sullivan en que Estados Unidos debe “dejar de armar a Taiwán”, y calificó al “independentismo taiwanés” como “el mayor riesgo contra la paz y la estabilidad” en el Estrecho.
Wang sostuvo que “Taiwán pertenece a China y China se unificará. La independencia de Taiwán es el mayor riesgo para la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán, y Estados Unidos debe cumplir sus compromisos de no apoyar su independencia”.
Ante estas declaraciones, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán condenó enérgicamente las afirmaciones de Beijing, subrayando que están “alejadas de la realidad respecto a Taiwán”.
La Cancillería taiwanesa enfatizó que “la República de China (Taiwán) y la República Popular China no están subordinadas entre sí”. Además, Taiwán acusó a China de ser la principal fuente de inestabilidad en la región.
“La continua intimidación y opresión de China hacia Taiwán, así como sus descaradas ambiciones de expansión militar, son la mayor fuente de riesgo para la paz y la estabilidad regionales”.
El comunicado también resaltó que las ambiciones del régimen de Xi Jinping no se limitan a Taiwán.