Rusia y Corea del Norte reunieron una fuerza de 50.000 soldados juntando ambos ejércitos, con el objetivo de lanzar un ataque destinado a recuperar el territorio ruso de la región de Kursk, tomado por Ucrania hace unos meses.
Así lo informó la última evaluación de inteligencia de Estados Unidos, que concluye que Rusia concentró esa fuerza sin tener que retirar soldados de Ucrania Oriental —su campo de batalla prioritario— y ahora Moscú está en condiciones de librar una guerra simultánea en múltiples frentes.
Las tropas rusas ya venían recuperando parte del territorio de Kursk que Ucrania capturó en agosto de este año. Atacan las posiciones ucranianas con misiles y fuego de artillería, pero según los funcionarios norteamericanos, hasta ahora nunca lanzaron una embestida de gran escala para recuperar toda la zona.
Ahora, la intención de Rusia es ir a fondo. Para eso, estaría incorporando a Corea del Norte como aliado en el frente. Por el momento, los norcoreanos están realizando entrenamiento conjunto con las fuerzas rusas en el extremo occidental de Kursk. El gobierno de Kiev cree que el ataque es inminente y lo esperan para los próximos días.
La contraofensiva podría complicar la intención del reelecto presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ya ha manifestado que pretende terminar con la guerra entre Rusia y Ucrania. Creen que la incursión sorpresa de Ucrania a la región de Kursk hizo mermar sus tropas en todo el frente de batalla en el este del país, dejándolo vulnerable al avance de los rusos.
En este sentido, desde Estados Unidos creen que la incorporación de tropas norcoreanas a la guerra es una escalada de enorme magnitud que ven con preocupación. Según los norteamericanos, Corea del Norte envió más de 10.000 soldados a pelear por Rusia en Kursk.
Un funcionario ucraniano dijo que las fuerzas norcoreanas se dividieron en dos grupos: una unidad de asalto y una unidad de apoyo, que ayudarán en tareas de seguridad dentro del territorio recuperado de manos de los ucranianos. Corea del Norte tiene un gran ejército pero, a diferencia de Rusia, hace décadas que sus fuerzas no enfrentan un combate terrestre.