Tras obtener el peor resultado de los últimos 15 años en las elecciones legislativas del 27 de octubre, el PLD se ha visto necesitado de ampliar sus asociaciones.
El próximo 11 de noviembre, el Parlamento nipón (Dieta) llevará a cabo una sesión especial para seleccionar al nuevo primer ministro del país e Ishiba ha dejado claro que aspira a este nombramiento.
De salir victorioso, el experimentado político -de 67 años de edad- declaró que pretende trabajar para hacer realidad la reforma política, las medidas económicas y la iniciativa para revitalizar a Japón, según reflejó la cadena pública nacional NHK.
Al perder la mayoría parlamentaria, el PLD comenzó a negociar una alianza con el Partido Democrático Popular (PDP), dirigido por Yuichiro Tamaki, que logró 28 escaños en los comicios.
El PLD consiguió solo 191 de los 465 puestos en la Cámara de Representantes o Shugiin, cuando antes de los comicios tenía 247.
Por su parte, Komeito logró 24 representantes, perdió ocho respecto al sufragio anterior y la coalición quedó lejos de los 233 escaños necesarios para el control de la Cámara Baja del Parlamento nipón.
Una serie de escándalos político-financieros por problemas graves de corrupción mellaron la popularidad de la principal fuerza política en la nación asiática, pues ha regido en Japón casi sin interrupción desde 1945, gracias a controlar durante décadas ambas cámaras del Parlamento.
Numerosas dudas marcan el actual panorama político del país, donde diálogos y debates podrían dar lugar a una coalición más abarcadora o cambiar la dirección del gobierno.