El gobierno paquistaní anunció el jueves la apertura de varios centros de detención para los cientos de miles de afganos en situación irregular presentes en su territorio y condenados a la expulsión a partir del 1° de noviembre.
A principios de mes, Pakistán dio este plazo a los inmigrantes irregulares, afganos en su mayoría, para que abandonaran el país por sus propios medios, de lo contrario serán expulsados.
«Estos centros han sido llamados ‘centros de detención’. Allí serán llevados los inmigrantes ilegales», declaró en una rueda de prensa el ministro del Interior paquistaní, Sarfraz Bugti.
«Se les proporcionarán instalaciones y alimentos. Los niños, las mujeres y los ancianos serán tratados con especial respeto. Pero después del 1° de noviembre no haremos ninguna concesión respecto a los inmigrantes en situación irregular», añadió.
Feroz Jamal, portavoz del gobierno de Khyber Pakhtunkhwa, dijo que tres centros de detención estarían listos para el 1 de noviembre.
En los últimos meses, Pakistán ha enfrentado un aumento de ataques en su territorio, que atribuye a grupos basados en Afganistán, algo que Kabul niega.
EL SENTIMIENTO ANTIAFGANO ESTÁ AUMENTANDO EN PAKISTÁN DEBIDO A LA LARGA CRISIS ECONÓMICA, AL AUMENTO DE LA DELINCUENCIA Y LA INMIGRACIÓN DESENFRENADA.
Las relaciones entre vecinos se han deteriorado desde que los talibanes tomaron el poder en agosto de 2021 y se estima que desde entonces, llegaron a Pakistán unos 600.000 afganos.
Según las últimas cifras de la ONU, Pakistán tiene alrededor de 1,3 millones de refugiados afganos registrados y 880.000 con derecho a permanecer en el país.
- Alrededor de 1,7 millones de afganos viven ilegalmente en Pakistán, estiman las autoridades paquistaníes.