El enviado estadounidense, Jake Sullivan, advertirá a Pekín contra cualquier intento de ayudar a Rusia. China niega que Moscú le haya pedido equipos militares
En sendos comunicados emitidos por sus respectivos Gobiernos a última hora de este domingo se indicaba que los dos altos funcionarios abordarán asuntos “regionales” y tratarán de mantener abiertas sus líneas de comunicación. La declaración del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca precisaba que ambos abordarán “el impacto de la guerra de Rusia contra Ucrania en la seguridad global y regional”. La versión del Ministerio de Exteriores chino no menciona a Ucrania, y solo se refiere a “cuestiones internacionales y globales de interés para ambos”.
China ha rechazado calificar lo que sucede en Ucrania de “guerra” o “invasión”, y se refiere a ello como “situación”, “crisis” o “conflicto”. Sus medios de comunicación, controlados por el Gobierno o rígidamente censurados, siguen la línea oficial a la hora de informar. Diplomáticos y medios de comunicación oficiales se han hecho eco de acusaciones rusas sin pruebas en las que denuncian la existencia de casi una treintena de laboratorios estadounidenses de armas químicas en Ucrania.
Sullivan ha dejado claro que piensa advertir a Yang sobre cualquier posibilidad de ayudar a Rusia en el conflicto, sea lanzándole un salvavidas para evadir o paliar las sanciones que Occidente ha impuesto a Moscú, sea perjudicando a Ucrania. “Estamos comunicando en privado y directamente a Pekín que absolutamente por descontado habrá consecuencias en respuesta a intentos de evasión a gran escala de las sanciones, o un apoyo a Rusia para paliarlas”, declaró el consejero de la Casa Blanca en una entrevista emitida este domingo en la cadena de televisión CNN. “No permitiremos que eso ocurra y que Rusia cuente con una tabla de salvación frente a esas sanciones por parte de ningún país, en ningún lugar del mundo”.