La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, ha exigido a China que use su influencia para que poner fin a la guerra de Ucrania, a la vez que ha pedido que condene la invasión rusa de Ucrania, todo ello durante un discurso celebrado este lunes en la Cumbre Empresarial de China celebrada en Auckland, en el norte de Nueva Zelanda.
«Seguimos instando a China a que tenga claro que no apoya la invasión rusa y le hemos pedido que use su acceso e influencia para ayudar a poner fin al conflicto», ha expresado la mandataria de Nueva Zelanda, según ha recogido el diario ‘Stuff’.
Ardern ha sostenido que, cuando los países grandes ignoran la soberanía y la integridad territorial, pueden sentirse «con una sensación de impunidad», un hecho que ha calificado como un mal augurio, «particularmente para los países pequeños como Nueva Zelanda».
Asimismo, Ardern ha asegurado que continuará estrechando lazos con el gigante asiático, tanto en el ámbito económico como en el respeto de los Derechos Humanos, haciendo referencia a las tensiones en el sur de China y en el estrecho de Taiwán, ha informado ‘The Sydeny Morning Herald’.
«Gestionar las diferencias en nuestra relación no siempre va a ser fácil y no siempre se tienen garantías. Pero como Gobierno seguimos trabajando duro, a través del diálogo y la diplomacia», ha agregado Ardern.
Por su parte, el embajador de China en Nueva Zelanda, Wang Xiaolong, ha asegurado su país no quiere una «mentalidad de Guerra Fría» o «la división del mundo según líneas ideológicas».
«China está comprometida a trabajar con Nueva Zelanda y otros socios para salvaguardar conjuntamente la paz y la estabilidad y oponerse a cualquier intento o provocación para crear tensiones o avivar el conflicto en esta región», ha agregado Wang.