La guerra de los chips entre China y Estados Unidos tiene consecuencias económicas y de seguridad nacional. En medio de esta carrera tecnológica, México puede capitalizar sus ventajas y beneficiarse del nuevo escenario internacional, afirma el portal de noticias brasileño ‘G1’.
«La industria militar depende cada vez más de los semiconductores avanzados para sus sistemas informáticos, sensores y capacidades de comunicación», afirma en entrevista con el medio brasileño el profesor en historia internacional Chris Miller, de la Universidad de Tufts en Massachusetts, Estados Unidos, especializado en temas económicos, tecnológicos y políticos.
El país latinoamericano «tiene la geografía, la base industrial, la estructura de costos para hacer viable el ensamblaje y el empaquetado», cita G1 a Miller.
«Dado que las empresas están tratando de trasladar la cadena de suministro fuera de China, en el futuro será necesario ensamblar más ordenadores y servidores en México. Todos estos productos necesitan semiconductores. Hay varias industrias que los utilizan en gran cantidad y estarían muy entusiasmadas de ver a México jugar un papel más importante en el ensamblaje y empaquetado».
«México lo tiene en ciertas industrias, como la automotriz, pero no en la de semiconductores o en la producción de ciertos componentes electrónicos», manifiesta Miller.