Kishida reiteró en conferencia de prensa la voluntad de su gobierno de estrechar el vínculo con Washington que “conduzca a la paz y la estabilidad regionales”.
Asimismo, recalcó que sus planes de utilizar una mayor parte del presupuesto estatal para reforzar la capacidad defensiva y de contraataque de Japón contaba con el apoyo del mandatario estadounidense.
Respecto a la fuerte presencia militar del país norteamericano en Okinawa, el jefe del Gabinete nipón declaró públicamente que acordaron reajustar las fuerzas estadounidenses en la isla japonesa.
A propósito, uno de los pasos más importantes sería la construcción de una instalación de reemplazo para la base aérea de Futenma en Henoko, “desde la perspectiva de la reducción de la carga en Okinawa y otras comunidades locales”, recalcó.
Durante la reunión, celebrada en la Casa de Huéspedes del Estado de Tokio conocida como Palacio de Akasaka, ambos abordaron otros temas como la cooperación estratégica en materia de tecnologías e innovación.
“Juntos hemos promovido el estándar de telecomunicaciones seguro de quinta generación (5G), proporcionado conectividad a Internet a los países asociados de la región, mejorado las infraestructuras críticas y reforzado las cadenas de suministro, sobre todo en semiconductores, baterías y recursos minerales”, señaló Biden.
“También intercambiamos puntos de vista sobre las respuestas a cuestiones globales como la salud internacional, la investigación sobre el cáncer, el cambio climático y la protección y promoción de los derechos humanos y la democracia», agregó Kishida.
Ambos gobernantes se refirieron además al próximo lanzamiento del Marco Económico Indo-Pacífico, una iniciativa mediante la cual -dijeron- Estados Unidos, Japón y otros 11 países “colaborarán para mejorar la seguridad, construir una economía basada en la confianza, proteger las cadenas de suministro y luchar contra la corrupción”.