Los ministros de Asuntos Exteriores de Japón y Corea del Sur reafirmaron el jueves su estrecha cooperación para hacer frente a la amenaza militar norcoreana, tras condenar el lanzamiento de un misil balístico intercontinental la víspera, según informó el Gobierno.
Durante su reunión en Yakarta, el ministro de Asuntos Exteriores, Yoshimasa Hayashi, también prometió a su homólogo surcoreano, Park Jin, que Tokio verterá al mar de forma segura el agua radiactiva tratada procedente de la central nuclear de Fukushima, declarada en ruinas por el gobierno japonés.
Sus conversaciones se celebraron al margen de las reuniones de ministros de Asuntos Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) con los países socios hasta el viernes.
El miércoles, Corea del Norte disparó su primer misil balístico intercontinental desde abril hacia el mar de Japón con una trayectoria “elevada” y marcó un récord de 74 minutos de vuelo para un proyectil lanzado por el país, según el gobierno japonés.
El ICBM fue disparado antes de una reunión celebrada el mismo día entre el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, al margen de una cumbre de la OTAN en Lituania. Ambos líderes condenaron el lanzamiento del misil por parte de Corea del Norte.
Corea del Norte declaró el jueves a través de sus medios oficiales que el misil era un ICBM Hwasong-18 de nuevo tipo que sirve de advertencia a Estados Unidos y otros adversarios.
Hayashi y Park coincidieron en que las actividades nucleares y de misiles de Corea del Norte “han supuesto una amenaza para la paz y la seguridad de la comunidad internacional”, dijo el gobierno japonés.
En cuanto al vertido de agua de la central de Fukushima, dañada por el gran terremoto de 2011 y el posterior tsunami, Hayashi tranquilizó a Park asegurándole que se tomarían las medidas adecuadas y se detendría inmediatamente el vertido si surgieran problemas.
EL ICBM FUE DISPARADO ANTES DE UNA REUNIÓN CELEBRADA EL MISMO DÍA ENTRE EL PRIMER MINISTRO JAPONÉS, FUMIO KISHIDA, Y EL PRESIDENTE SURCOREANO, YOON SUK YEOL, AL MARGEN DE UNA CUMBRE DE LA OTAN EN LITUANIA
Aunque la opinión pública surcoreana está muy preocupada por el vertido de agua previsto, el gobierno de Yoon ha dicho que acepta un informe del Organismo Internacional de Energía Atómica publicado la semana pasada que concluye que el plan de Japón se ajusta a las normas de seguridad mundiales.
Por otra parte, los ministros se comprometieron a tomar medidas concretas para mantener conversaciones económicas bilaterales de alto nivel, que Kishida y Yoon dijeron que intentarían celebrar a finales de este año, según el gobierno.
Las relaciones entre Tokio y Seúl han mejorado bajo la administración conservadora liderada por Yoon, que asumió el cargo en mayo de 2022, y el gobierno surcoreano propuso en marzo una solución a una espinosa disputa sobre las indemnizaciones laborales en tiempos de guerra.