Japón anunció que concederá al fabricante de chips Rapidus Corp. una subvención adicional de 260.000 millones de yenes (1.900 millones de dólares) para una nueva fábrica que se construirá en Hokkaido, al norte del país, en un esfuerzo por impulsar la producción nacional de chips avanzados, según informó Kyodo News.
El Ministerio de Industria ya había anunciado una subvención de 70.000 millones de yenes al fabricante de chips con fines de desarrollo, con lo que el importe total de la ayuda gubernamental a Rapidus asciende a 330.000 millones de yenes.
“Nos gustaría seguir promoviendo el proyecto de chips de nueva generación en cooperación con las partes interesadas del país y del extranjero”, declaró en rueda de prensa el ministro de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura.
Rapidus se creó el año pasado gracias a una inversión inicial de 7.300 millones de yenes por parte de Toyota Motor Corp, Sony Group Corp y otras seis grandes empresas japonesas.
Kajima Corp. dijo por separado que planea iniciar las obras en septiembre y completarlas en enero de 2025.
Los chips de última generación, de 2 nanómetros, que se producirán en la nueva fábrica cerca del aeropuerto de Nueva Chitose se consideran imprescindibles para las industrias de próxima generación, como la conducción autónoma y la inteligencia artificial.
Rapidus tiene previsto poner en marcha una línea de producción de prueba en 2025 y empezar a producir en masa semiconductores avanzados en 2027, en colaboración con el gigante tecnológico estadounidense IBM Corp.
La empresa, respaldada por el Estado, eligió Hokkaido para el proyecto por el abundante suministro de agua y la disponibilidad de energía renovable, ya que los microchips semiconductores avanzados necesitan enjuagarse con agua ultrapura.