Japón quiere estimular su economía en tiempos de incertidumbre global, y nada mejor para lograr un tsunami de yenes que ilustrar sus billetes con la estampa de La gran ola de Kanagawa.
Los nuevos billetes de 1.000 yenes incluirán una reproducción de la obra de arte japonesa más conocida en el mundo como homenaje a su autor, el pintor Katsushika Hokusai, informa Bolsamania.
La obra pertenece a la serie de grabados titulara Las 36 vistas del monte Fuji, que se elaboró entre los años 1830 y 1833, en la etapa de madurez creativa de Hokusai, que entonces tenía ya 70 años.
El billete de 1.000 yenes forma parte de una nueva emisión de papel moneda en Japón que tiene como objetivo reforzar la moneda, pero también protegerla de posibles falsificaciones.
Además del billete de 1.000 yenes, se emitirán nuevos billetes de 5.000 y 10.000 yenes dedicados a personajes ilustres de la cultura, la ciencia y la economía japonesa.
Así, el billete de 1.000 yenes, además de la xilografía de Hokusai, se ilustrará con el retrato del médico y bacteriólogo Kitasato Shibabasaburo.
El billete de 5.000 yenes tendrá el retrato de la escritora Tsuda Umeko, junto con una representación de las flores de glicina japonesas.
Por último, el billete de 10.000 yenes se ilustrará con el retrato del magnate Eiichi Shibusawa, que acompañará al edificio Marunouchi de la estación de Tokio.
Los billetes estarán reforzados con medidas de seguridad de última generación, con hologramas tridimensionales para los retratos y elementos específicos de identificación del billete.
Según Bolsamanía, es la primera vez en 20 años que el Banco de Japón emite nuevos billetes para su circulación.
Según el gobernador del banco, Kazuo Ueda, ya se han distribuido y están ya en circulación billetes por valor de 1,6 billones de yenes de estas nuevas series, con La gran ola de Kanagawa como principal emblema.
El grabado causó una profunda impresión en Van Gogh y en otros impresionistas tardíos. La gran ola de Kanagawa quita el protagonismo a un monte Fuji que queda relegado a un segundo plano y que, sin embargo, es el gran protagonista de la estampa.
En primer plano, la gran ola parece a punto de engullir a tres frágiles embarcaciones tradicionales.
El grabado de Hokusai, a pesar de convertirse en la obra más universal del arte japonés, recibió muchas críticas en su momento por haber asumido algunos de los conceptos artísticos en boga en occidente.