El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, aseguró que Japón mantendrá el libre comercio como eje central en las negociaciones arancelarias con Estados Unidos, pese a la postura proteccionista que ha adoptado el expresidente Donald Trump bajo su política de «America First». En un debate parlamentario con líderes opositores, Ishiba subrayó que su gobierno buscará resaltar el impacto positivo de las inversiones japonesas en la economía estadounidense, en momentos en que la relación comercial entre ambos países atraviesa tensiones por la imposición de aranceles por parte de Washington.
Ante una nueva ronda de conversaciones prevista para este mes, Ishiba sostuvo que su gabinete intensificará los preparativos para encarar las negociaciones. A lo largo del intercambio, Yoshihiko Noda, líder del Partido Democrático Constitucional, cuestionó la estrategia oficial, señalando que podría interpretarse como una postura demasiado complaciente hacia Estados Unidos. Noda, quien tuvo un breve paso por el poder en 2011, criticó las medidas arancelarias impulsadas por Trump, al considerarlas contrarias a las reglas de la Organización Mundial del Comercio y al pacto bilateral vigente.
Aunque el gobierno japonés evitó calificar formalmente las acciones de Washington como una violación legal, Ishiba insistió en que el diálogo debe enfocarse en los beneficios compartidos del libre comercio y en cómo la cooperación entre ambos países puede fomentar el empleo, especialmente en sectores clave como el automotor y la agricultura. La ofensiva arancelaria de Trump, que incluye gravámenes a las importaciones de acero, aluminio y vehículos, ha generado preocupación en Tokio por el posible daño a su economía, fuertemente orientada a la exportación.
Durante el debate, también se abordaron cuestiones sensibles como el tipo de cambio y la posibilidad de un nuevo acuerdo similar al Plaza Accord de 1985. Frente a esa hipótesis, Noda advirtió que Japón debe rechazar de plano cualquier intento de manipulación concertada del valor del dólar. La reunión entre los responsables económicos de ambos países en Washington esta semana podría marcar un punto clave en esa discusión.
En paralelo a las tensiones comerciales, el vínculo en materia de defensa volvió a escena. Ishiba destacó que el tratado de seguridad con Estados Unidos es recíproco, pero reconoció la necesidad de revisar continuamente su aplicación. La declaración responde a la visión crítica de Trump, quien ha cuestionado en el pasado el compromiso japonés con la defensa mutua bajo ese acuerdo.