En la cumbre del G20 en Nueva Delhi, en septiembre de 2023, India anunció un ambicioso proyecto llamado Corredor Económico India– Oriente Medio – Europa (IMEC). Con el respaldo de Estados Unidos, la Unión Europea y líderes de Oriente Próximo, como el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán, el IMEC conectaría a la India con Medio Oriente y Europa por vía marítima y ferroviaria.
El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que el proyecto ofrecería «infinitas oportunidades”. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo llamó «la conexión más directa hasta la fecha entre India, el Golfo Pérsico y Europa”. El primer ministro de la India, Narendra Modi, dijo que el IMEC formaría la «base del comercio mundial de los próximos cien años”.
Sin embargo, la guerra entre Israel y Hamás ha detenido el avance del IMEC, al igual que los ataques a buques en el mar Rojo por parte de los rebeldes hutíes. El futuro del proyecto es ahora algo incierto.
¿Cómo impactó la guerra entre Israel y Hamás en el proyecto?
Uno de los aspectos clave del IMEC es que ayudaría a promover la integración económica y la asociación dentro del Medio Oriente, conectando a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Arabia Saudita, Jordania e Israel.
Pero una visión integradora depende de la paz en la región, y la guerra Israel-Hamás ha alterado enormemente la situación de seguridad. Sumado a eso, el disgusto que provocó en Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos el bombardeo israelí de la Franja de Gaza ha socavado los esfuerzos por mejorar las relaciones entre Israel y algunos de sus vecinos árabes.
Biden incluso sugirió en octubre de 2023 que parte del motivo por el cual Hamás atacó Israel el 7 de ese mes era que dicha organización radical islamista -considerada terrorista por EE. UU., la UE y otros países- quería interrumpir los esfuerzos en pro de una «integración regional de Israel”. El IMEC es un claro ejemplo al que Biden brindó pública y claramente su respaldo.
El objetivo del IMEC es impulsar el flujo de bienes, energía y datos desde India hacia Europa a través de Oriente Medio, por vía ferroviaria y marítima, tuberías y cables. Se espera que uno de los elementos clave sea una red ferroviaria que conectaría a los EAU, Arabia Saudí, Jordania e Israel.
Arabia Saudí ya se comprometió a invertir 20 billones de dólares (unos 18,4 billones de euros) en el IMEC, gran parte de esa suma, en la red ferroviaria. Pero parecería que el destino del IMEC está ahora ligado a cómo se desarrolle la guerra Israel-Hamás, dado el nivel de cooperación entre Israel y sus vecinos árabes que requeriría el proyecto.
Arabia Saudí dijo recientemente que todavía está interesada en normalizar las relaciones diplomáticas con Israel una vez que finalice la guerra en la Franja de Gaza, pero indicó que solo lo haría si se llega a un acuerdo para establecer un Estado palestino.
La cuestión de la seguridad no se limita a la guerra de Israel contra Hamás. La ola de ataques de rebeldes hutíes contra buques en el Mar Rojo demostró recientemente cuán vulnerable puede ser el comercio mundial a los problemas de seguridad.
EL IMEC no pasaría por el Mar Rojo, pero su ruta marítima desde India atravesaría el estrecho de Ormuz, un cuello de botella muy sensible y vulnerable a la influencia iraní.
¿Qué otros desafíos enfrenta el IMEC?
Hay una cantidad de factores que inciden en la viabilidad del IMEC. Uno está relacionado con Turquía. Ese país no está incluido en el proyecto, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo luego del anuncio en el G20 que «no puede haber un corredor sin Turquía”.
El Gobierno turco enfatiza el rol tradicional de su país como puente entre el comercio de Oriente y Occidente y está promocionando un corredor alternativo, conocido como la Ruta del Desarrollo de Irak. Dice que Irak, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos están involucrados en negociaciones con él para establecer una ruta comercial desde Turquía al Golfo Pérsico.
Algunos analistas plantean que el IMEC es tanto un proyecto político como económico, ya que parecería estar diseñado para rivalizar con la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China. El proyecto requiere una amplia inversión y gran cooperación entre los países. En cuanto a la seguridad ecológica, aún no se han realizado estudios sobre la construcción de gasoductos de hidrógeno, por ejemplo.
¿Son todas malas noticias?
Una cosa queda clara: independientemente de la viabilidad inmediata del proyecto, India está trabajando duramente para desarrollar sus relaciones en el Medio Oriente.
A comienzos de febrero, el primer ministro Modi visitó los EAU y Qatar como parte de la estrategia diplomática de Nueva Delhi para aumentar sus lazos con los países del Golfo Pérsico. Durante su estadía en los EAU, Modi firmó un tratado bilateral de inversiones para reforzar los lazos económicos. Los EAU son ahora el segundo mayor mercado de exportaciones de India, y en 2023 ambos países firmaron un acuerdo destinado a impulsar el comercio no petrolero. Las dos partes acordaron poner en funcionamiento rápidamente el ambicioso corredor económico.
Otra señal positiva de que el IMEC continúa en la agenda es que Francia nombró a Gerard Mestrallet, exdirector ejecutivo de la empresa energética Engie, como su enviado oficial para el proyecto. En una entrevista con Bloomberg, Mestrallet dijo que estaba interesado en que pronto se lograran algunos avances tangibles.