Las autoridades de Filipinas han negado este lunes que China esté detrás de la reciente salida del buque ‘BRP Teresa Magbanua’ del disputado atolón de Escoda, después de que la embarcación fuera dañado por las fuerzas marítimas chinas. «¿Que si los chinos nos obligaron a regresar? No lo creo», ha descartado el portavoz de la Guardia Costera filipina, Jay Tarriera, quien ha explicado que dicha retirada se produjo como consecuencia de las «malas condiciones climáticas», así como por la necesidades de reabastecimiento. «Las pésimas condiciones climáticas (…) obligaron al comandante a llamar al ‘Teresa Magbanua’ y, por supuesto, también lo hicieron los escasos suministros y aquellos que necesitaban atención médica», ha explicado Tarriela. A su vez, Tarriela ha descartado que la salida de este buque haya supuesto un menoscabo para los intereses filipinos en el área en disputa. «Cuando el ‘Teresa Magbanua’ partió de Escoda, las fuerzas chinas también han estado expuestas a las malas condiciones climáticas», ha dicho, según recoge el diario ‘Phil Star’. Las autoridades filipinas denuncia que el ‘Teresa Magbanua’, uno de los buques insignia de la Armada filipina, ha estado siendo acosado por las fuerzas marítimas chinas desde que atracó en el atolón de Escoda el 15 de abril. En uno de estos episodios, la embarcación acabó siendo dañadas el pasado 31 de agosto. Las relaciones entre China y Filipinas han sufrido un aumento de las tensiones durante los últimos meses. Manila ha acusado a Pekín de obstaculizar sus misiones de abastecimiento de tropas dentro de lo que considera como su zona económica exclusiva, mientras que China insiste en que los buques filipinos transitan estas aguas de forma ilegal. China reclama la mayor parte de las aguas de la zona por considerar que son parte de su territorio al figurar dentro de la llamada «línea de los nueve puntos» que aparece en sus mapas –una línea trazada por Pekín que reclama como suyo el mar de China Meridional, incluidas las islas Paracelso y Spratly–.