La Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino se inauguró en Pekín el lunes 4 de marzo, dando comienzo a la sesión parlamentaria anual, con la apertura de la Asamblea Popular Nacional el martes. Entre los temas de discusión, el legislativo debatirá el retraso de la edad de jubilación a los 65 años. Se trata de una medida de la que muchos no han oído hablar y a la que se oponen.
Cerca de los juegos del parque Ritan de Pekín, personas mayores cuidan de los niños más pequeños. La mayoría de ellos nunca han oído hablar en los medios de comunicación oficiales del debate sobre el retraso de la edad de jubilación a los 65 años. “En la reunión de las dos asambleas, el tema volverá a ser candente», escribe China Business News. “Pero este año las cosas parecen aclararse y la edad de jubilación de 65 años podría ser el ajuste definitivo», agrega.
Esta eventualidad es impensable para esta empleada encargada del mantenimiento de los pasillos: «Los 65 años son impensables para las mujeres. Para los hombres, quizá. Pero no para las mujeres. Ni siquiera a los 55. Nadie lo entendería. Trabajamos de pie, es agotador», asegura a RFI.
Sus palabras ilustran la rebelión de los «asalariados de pie», que ven con muy malos ojos la idea de trabajar más tiempo: la edad legal de jubilación en China es de 60 años para los hombres, 55 para las directivas y 50 para las obreras.
Pero muchos de los trabajadores más precarios, sobre todo los inmigrantes, se ven obligados a seguir trabajando más allá de esas edades. Entonces, ¿65 años? “Ni en sueños”, dice una vendedora de un minimercado junto al parque: «En el trabajo, ¡nos pasamos el día de pie! Aplazar la edad de jubilación en estas condiciones no es posible. No es como la gente de las oficinas, que se pasa el día en un sillón. Su trabajo es fácil, no como el nuestro”, recalca.
Directivos bajo presión
La razón por la que no se ha retrasado la edad de jubilación en una China que envejece es que la medida es extremadamente impopular, señala Nis Grünberg, del Instituto Mercator de Estudios Chinos (Mérics), quien cree que los funcionarios chinos están más presionados al respecto y podrían legislar sobre el tema.
Según este experto, la reforma requerirá probablemente etapas: «Podría ser una medida paralela a las que introdujeron el permiso parental. Permiso no para cuidar a los hijos, sino para cuidar a los padres. También es posible que se haga por etapas. Un año más a partir de este año, por ejemplo, y otro más dentro de dos años… para suavizar el golpe».
La esperanza media de vida en China ha pasado de 43,7 años en 1960, año en que se creó el sistema de pensiones chino, a casi 78 años en la actualidad.