Semanas después de que Rusia invadiera a Ucrania, altos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores de China e influyentes publicaciones del Partido Comunista de dicho país, denunciaron que EE.UU. quería construir un bloque similar a la OTAN en el Indo-Pacífico, y un funcionario advirtió de consecuencias «inimaginables». El embajador de China en Chile, Niu Qingbao, profundizó sobre ese temor y dijo que la verdadera intención de la expansión de la OTAN en torno a Asia Pacífico, o la creación de una réplica de OTAN en la región, es para «defender el sistema hegemónico dirigido por Estados Unidos, lo que perjudicará la paz, la estabilidad y el desarrollo de Asia Pacífico y del mundo». Y agregó que «la comunidad internacional tiene que tener especial cuidado con el resurgimiento de una nueva Guerra Fría y oponerse a los intentos de provocar confrontaciones entre bloques en el mundo». Consultado acerca de cómo ve su nación los ejercicios militares conjuntos que ha realizado en el pasado la Armada chilena con las de otros Estados en el Oriente, Qingbao señaló que «los sucesivos gobiernos de Chile han sostenido una política diplomática de paz basada en la independencia y la autonomía, por lo que China respeta la decisión independiente de Chile, basada en su propio interés en torno a la seguridad, y nunca le forzará a elegir entre las potencias». En temas económicos, el diplomático aseguró que su país está interesado en expandir su inversión en la minería, agricultura y energía, al tiempo que descartó tener cualquier tipo de conocimiento sobre la intención de inversionistas chinos de comprar la polémica minera Dominga.
-Hace algún tiempo, el canciller de China expresó que su país no estaba dispuesto a aceptar que EE.UU. o la OTAN hicieran a China en el Oriente lo mismo que a Rusia en Europa. Esto es, conformar bloques de países alineados para enfrentarlos. Es más, dijo que China no quería verse “cercada” por bloques impulsados por Estados Unidos y/o Europa, en referencia tácita al caso de Taiwán o sobre la disputada soberanía del Mar del Sur de China. ¿Cuál, a su juicio, debe ser la postura del concierto internacional en esta materia?
-La verdadera intención de la expansión de la OTAN hacia Asia Pacífico o la creación de una réplica de la OTAN en la región es para defender el sistema hegemónico dirigido por Estados Unidos, lo que perjudicará la paz, la estabilidad y el desarrollo de Asia Pacífico y del mundo, en contra de las tendencias históricas y las aspiraciones comunes de la comunidad internacional por la paz, el desarrollo y la cooperación de ganancia compartida. Estarían condenando al fracaso.
El hegemonismo es impopular y la confrontación de bloques no tiene futuro. China jamás cederá ante cualquier clase de amenazas o coerciones. Tenemos una determinación sólida, una voluntad firme y una fuerte capacidad para defender la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo del país.
En el pasado abril, durante la Reunión Anual del Foro de Boao para Asia, el presidente de China, Xi Jinping, propuso la Iniciativa para la Seguridad Global, la que hace un llamado para persistir en una visión de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible; persistir en respetar la soberanía y la integridad territorial de todos los países; persistir en acatar los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas; persistir en tomar en serio las preocupaciones legítimas de todos los países, partiendo del principio de la indivisibilidad de la seguridad para construir una arquitectura de seguridad equilibrada, efectiva y sostenible, y lograr la seguridad universal y común; como también, persistir en resolver las discrepancias y disputas entre los países de manera pacífica mediante diálogos y consultas; y persistir en defender la seguridad en áreas tanto tradicionales como no tradicionales.
-¿Vislumbra una nueva Guerra Fría?
-La comunidad internacional tiene que tener especial cuidado con el resurgimiento de una nueva Guerra Fría y oponerse a los intentos de provocar confrontaciones entre bloques en el mundo. Tenemos que distinguir el bien del mal, persistir en el camino correcto y practicar la Iniciativa para la Seguridad Global, con el objetivo de resistir los “pequeños círculos” de confrontación del supuesto Indo-Pacífico, y construir conjuntamente el “gran escenario” de la cooperación en Asia Pacífico, uniendo las manos para construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad.
Además, hay que señalar que existe una diferencia esencial entre la cuestión de Taiwán y la de Ucrania, las que no son comparables de ninguna manera. La diferencia fundamental consiste en que Taiwán es parte inalienable del territorio de China y, por lo tanto, la cuestión de Taiwán es puramente un asunto interno de China; mientras que la cuestión de Ucrania se trata de una disputa entre dos países, Rusia y Ucrania. Algunas personas han destacado el principio de soberanía en la cuestión de Ucrania, pero han perjudicado repetidamente la soberanía y la integridad territorial de China con respecto a Taiwán, lo que ha mostrado un evidente caso de doble estándar.
En cuanto a la cuestión del Mar Meridional de China, tenemos una determinación inquebrantable para salvaguardar la soberanía territorial y el derecho marítimo del país, y al mismo tiempo, estamos dispuestos a resolver adecuadamente las disputas con los países involucrados mediante consultas y negociaciones. Cualquier país o grupo militar que intente intervenir o sembrar la discordia en el Mar Meridional, solo perturbará la paz y la tranquilidad regional, y perjudicará el interés de los países regionales.
-En este contexto, ¿cuál debería ser el rol o papel de Chile? Esto en el entendido de que Chile ha estado participando en el Oriente en “grupos de seguridad” junto a EE.UU. y sus aliados más cercanos. Incluso, enviando fragatas chilenas, con sus tripulaciones, a ejercicios militares navales conjuntos.
-Los cinco principios de coexistencia pacífica han sido la piedra angular de la política diplomática de China, entre los cuales la no injerencia en los asuntos internos es un elemento fundamental. Los sucesivos gobiernos de Chile han sostenido una política diplomática de paz basada en la independencia y la autonomía, por lo que China respeta la decisión independiente de Chile, basada en su propio interés en torno a la seguridad, y nunca le forzará a elegir entre las potencias. Notamos que el Presidente Gabriel Boric ha manifestado en varias entrevistas que Chile no se subordinará ante ninguna potencia y ejercerá la autonomía en materia de relaciones internacionales, por lo que mantendrá una relación importante tanto con China como con Estados Unidos.
Quiero enfatizar que China y Chile, como socios estratégicos integrales, se dedican conjuntamente a la defensa del multilateralismo, la igualdad y la justicia internacional, y abogan por salvaguardar el sistema internacional centrado en las Naciones Unidas y el orden global basado en el derecho internacional, y comparten amplios temas e intereses comunes en materia de seguridad. La Iniciativa para la Seguridad Global propuesta por China corresponde en gran medida a la tradición diplomática de Chile, por lo que China está dispuesta a trabajar juntos para implementar esta iniciativa y aunar las fuerzas para construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad por un mundo más pacífico, seguro y próspero.
-En estos tiempos complejos, ¿cómo ve el futuro de las inversiones de empresas chinas en Chile? ¿Se incrementarán, se mantendrán o bajarán?
-La inversión es una parte importante de la cooperación económica y comercial entre China y Chile. Este último, con un nivel de desarrollo económico relativamente alto en América Latina, un mercado maduro y un alto nivel de apertura, ha sido un destino importante de las inversiones chinas. En los últimos años, a lo largo del aumento de la atracción de inversión en Chile, las empresas chinas han invertido en áreas como la electricidad, la energía, la infraestructura, la ciencia y la tecnología, entre otras; y han desempeñado un papel importante en la mejora de la infraestructura regional, en el nivel de vida de los chilenos, y en la creación de empleos. Además de tener ventajas en el capital y la tecnología, las empresas chinas vienen acumulando experiencias en América Latina, lo que supone un amplio espacio de cooperación con Chile en ámbitos como la agricultura moderna, la comunicación 5G, la energía limpia, la ciudad inteligente, etc.
Actualmente, Chile se encuentra en una etapa crucial de desarrollo y transformación, por lo que las políticas, como las de cooperación económica y comercial con el extranjero, y de la explotación de recursos naturales, enfrentan ajustes importantes. El Gobierno de Chile ha reiterado varias veces que da la bienvenida a las inversiones extranjeras y les brindará garantías legales. Espero y estoy convencido de que Chile, como siempre, acogerá a las empresas chinas a invertir y hacer negocios en el país, y les ofrecerá un entorno empresarial justo, abierto y no discriminatorio.