El portaaviones HMS Prince of Wales de la Royal Navy continúa su despliegue en el Indo-Pacífico con una próxima escala en Japón, tras su participación en los ejercicios Talisman Sabre en Australia. La maniobra forma parte de una estrategia británica más amplia para reforzar la presencia aliada en una región marcada por la creciente proyección militar de China y los temores a un eventual conflicto por Taiwán.
Una ruta estratégica: de Darwin a Japón
“Next stop: Japan!”, anunció la Royal Navy en sus redes sociales al despedirse de Australia, donde el Prince of Wales protagonizó su primera visita como buque insignia del Carrier Strike Group británico (CSG25). El despliegue, que simboliza el renovado compromiso del Reino Unido con la seguridad regional, busca consolidar la cooperación con socios clave como Australia, Estados Unidos y Japón.
El próximo destino no es menor: Japón, país que también avanza en su capacidad naval ofensiva. Según comunicó el Ministerio de Defensa japonés, está previsto que el Prince of Wales opere junto a fuerzas niponas, incluyendo ejercicios combinados con el portahelicópteros JS Kaga, actualmente en proceso de reconversión para operar aeronaves F-35B.
Japón refuerza su flota ante la amenaza china
La llegada del buque británico coincidirá con un momento clave para la defensa japonesa. Tokio ha comenzado a recibir sus primeros cazas F-35B, capaces de despegue corto y aterrizaje vertical, adaptados para operar desde buques sin cubierta completa. Cuatro de estos cazas llegarán a la base aérea de Nyutabaru, en la isla de Kyushu, el 7 de agosto, con un total de ocho previstos para este año fiscal y 42 unidades ordenadas en total.
Los buques Izumo y Kaga están siendo modificados para convertirse en los primeros portaaviones japoneses desde la Segunda Guerra Mundial, marcando un giro trascendental en su doctrina defensiva. Según Tokio, estos cambios buscan proteger las islas del suroeste, un área de creciente fricción con China, particularmente en torno a las disputadas islas Senkaku.
Un frente común con Londres y Canberra
Durante su paso por Australia, el secretario de Defensa británico John Healey declaró que el Reino Unido está “preparado para luchar” si estalla un conflicto en el Indo-Pacífico. La afirmación fue realizada desde la cubierta del Prince of Wales en Darwin, donde también se anunció la firma del Tratado de Geelong con Australia, que refuerza el compromiso conjunto bajo el marco del pacto AUKUS.
“Healey sostuvo que el Reino Unido y Australia deben estar listos para disuadir juntos, porque las amenazas no han hecho más que aumentar”, en referencia directa a las ambiciones militares de China en el Mar de China Meridional y su insistente retórica sobre la “reunificación” con Taiwán.
Operaciones conjuntas con cazas F-35B
Uno de los puntos destacados del despliegue en Japón será la operación conjunta de aeronaves F-35B desde el Prince of Wales y el Kaga, fortaleciendo la interoperabilidad entre ambos países. Lockheed Martin, fabricante de los F-35, definió al modelo B como “el primer avión furtivo supersónico con capacidad de despegue corto y aterrizaje vertical del mundo”, lo que le permite operar desde buques y bases improvisadas cercanas a zonas de combate.
El Reino Unido ya ha desplegado sus F-35B en misiones conjuntas con Estados Unidos, y su integración con unidades japonesas representa un paso más hacia una red de defensa aliada más robusta en el Pacífico.