El Producto Interior Bruto (PIB) de Singapur se expandió un 3,6% interanual en 2022, ligeramente por debajo de la estimación preliminar de las autoridades isleñas (3,8%), ante una demanda externa más débil de lo esperado.
El Ministerio de Comercio e Industria de Singapur (MTI, por sus siglas en inglés) reveló este lunes que el crecimiento se desaceleró en el último trimestre de 2022, hasta el 2,1% interanual, mientras en el ciclo anterior (julio-septiembre) había repuntado un 4%.
La caída en la demanda externa en 2022 ha propiciado una revisión a la baja -desde el cálculo preliminar de noviembre- del crecimiento de la ciudad-Estado asiática, muy dependiente de las exportaciones, lo que continuará afectando al país este año, si bien amortiguado por la reapertura de China.
Así, el MTI mantuvo hoy el pronóstico de noviembre sobre el crecimiento del PIB para 2023, establecido en una horquilla de entre el 0,5% y el 2,5%.
Gabriel Lim, secretario de Comercio e Industria, subrayó en una rueda de prensa hoy las oportunidades que brinda la reapertura de China, que dio carpetazo a la política de cero covid en diciembre, en especial en los sectores de servicios y en el turismo.
«Al mismo tiempo, las incertidumbres de la economía global continúan», añadió, en referencia a la guerra de Ucrania y las subidas generalizadas de tipos de interés, entre otros asuntos.
Singapur, uno de los países con mayor PIB per cápita del mundo, es una excepción industrializada en el Sudeste Asiático, por lo que su nivel de crecimiento se sitúa en consecuencia muy por debajo de países vecinos en desarrollo, como Malasia, Vietnam o Filipinas, cuyos PIB repuntaron en 2022 un 8,7%, 8,02% y 7,6%, respectivamente.
El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) afirmó en enero en sus previsiones para 2023 que el Sudeste Asiático «continuará siendo una de las regiones con mayor crecimiento en el mundo», anticipando que en la segunda mitad de año las condiciones serán más favorables por la caída de la inflación y una mayor actividad económica en China. EFE