El nuevo embajador japonés en China, Kenji Kanasugi, prometió que negociará «tenazmente» con Pekín para resolver la disputa bilateral sobre el vertido al mar de agua radiactiva tratada procedente de la accidentada central nuclear de Fukushima Daiichi.
Según informó Kyodo News, el embajador dijo que los dos vecinos asiáticos necesitan «trabajar de forma constructiva basándose en la ciencia» para encontrar un terreno común a pesar de sus diferencias sobre el vertido de agua, y añadió en una rueda de prensa que Tokio espera celebrar consultas de expertos sobre la cuestión en una fecha próxima.
En respuesta al vertido de agua que comenzó en agosto, China impuso una prohibición total a las importaciones de marisco de Japón, alegando que el agua estaba contaminada nuclearmente.
Durante la reunión que mantuvieron en noviembre en San Francisco, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente chino, Xi Jinping, acordaron que ambos países mantendrían consultas de expertos sobre la cuestión y construirían relaciones «mutuamente beneficiosas» basadas en intereses estratégicos comunes.
Kanasugi dijo que cree que su tarea en Pekín es «intentar arreglar el entorno para el diálogo y las consultas bajo el amplio marco» indicado por los dos líderes.
El enviado, de 64 años, que fue embajador de Japón en Indonesia antes de trasladarse a Pekín, también se comprometió a luchar por la pronta liberación de cinco ciudadanos japoneses detenidos actualmente en China por supuestas actividades de espionaje.
Entre los cinco se encuentra un alto empleado de Astellas Pharma Inc. que las autoridades de Pekín detuvieron en marzo y arrestaron formalmente en octubre.
El predecesor de Kanasugi, Hideo Tarumi, se reunió con el empleado de Astellas antes de que finalizara su mandato de tres años a principios de este mes, y el nuevo enviado dijo que considerará la posibilidad de hacer lo mismo, ya que garantizar la seguridad de los ciudadanos japoneses es una «prioridad máxima».
Aún se desconocen los detalles de cómo el empresario, antiguo alto cargo de la Cámara de Comercio e Industria de Japón en China, violó supuestamente las leyes chinas, y Kanasugi apunta a la «falta de transparencia» en el proceso judicial del país.
En cuanto a la disputa sobre las islas Senkaku, controladas por Japón en el Mar de China Oriental, el embajador dijo que seguirá explicando la postura de Tokio de que los islotes son un «territorio inherente» de Japón basado en el derecho internacional y en la historia». Y añadió que trataría adecuadamente la intrusión de buques chinos en aguas próximas a las islas, que China almeja y denomina Diaoyu.
Kanasugi es el primer enviado japonés a Pekín desde 2016 que no procede de la «Escuela China» de diplomáticos que han recibido formación en lengua china. El enviado subrayó en la rueda de prensa que el trabajo en equipo es importante en la embajada y esperaba que los expertos en China entre su personal le ayudaran.
Antes de su estancia en Yakarta, Kanasugi dirigió la Oficina de Asuntos Asiáticos y Oceánicos del Ministerio de Asuntos Exteriores japonés.