El índice Nikkei 225 de la Bolsa de Tokio ha recuperado niveles previos al ‘crash’ del pasado lunes 5 de agosto, cuando el selectivo de acciones registró su caída más pronunciada desde octubre de 1987. La referencia bursátil japonesa subió algo más del 3,4%, hasta 36.232 puntos.
Lo hace apenas una semana después de una tormenta que puso a los inversores de todo el mundo a mirar al mercado nipón ante una tormenta financiera que parece pasajera. La estabilidad del yen en los últimos días frente al dólar y el euro ha apoyado la recuperación de los valores exportadores. La moneda japonesa caía un 0,4%, hasta 147,7 por dólar.
Las empresas tecnológicas, con Tokyo Electron (+6,4%), registraron subidas después de que la estadounidense Nvidia (+4%) impulsara la noche anterior el Índice de Semiconductores de la Bolsa de Valores de Filadelfia. El repunte de Wall Street ha facilitado la recuperación del mercado japonés del que, de momento, se ha quedado fuera Europa.
El conglomerado de comercio electrónico Rakuten (+9%) estuvo entre las mayores subidas del Nikkei 225 después de presentar resultados corporativos, en los que mostró una reducción de las pérdidas operativas gracias a la mejoría de su negocio móvil.
Tanto el Nikkei 225 como el Topix, un índice más general de la Bolsa japonesa, se desplomaron más del 12% el pasado 5 de agosto, aunque el viernes 2 de agosto ya se había desplomado un 5,8% en medio de crecientes preocupaciones por la rápida revalorización del yen.
La subida sorpresa de los tipos de interés del Banco de Japón del 0,1% al 0,25% y el agresivo mensaje de política monetaria que acompañó a la decisión provocó una retirada de los inversores globales que operan el ‘carry trade’, estrategia que consiste en financiarse en la divisa con tipos más bajos para invertir en otra con las tasas más elevadas.
Pese a la rápida recuperación de la Bolsa japonesa, su cotización aún están un 8% por debajo de los niveles de finales de julio, cuando el Banco de Japón elevó su tasa de interés de referencia y reveló planes para reducir sus compras de bonos. Los índices de renta variable han caído alrededor del 13% desde sus récords recientes. En concreto, el Nikkei 225 marcó un máximo histórico de 42.426 puntos el pasado 11 de julio.