«La debilidad del yen es desfavorable para el crecimiento», dicen los expertos.
Tal y como se esperaba, el Banco de Japón (BoJ) ha dejado la política monetaria sin cambios en la reunión de hoy, manteniendo los tipos de interés actuales a corto y largo plazo.
En medio de una fuerte depreciación del yen, que se encuentra ahora en el nivel más bajo de los últimos 20 años frente al dólar estadounidense, los mercados financieros se han centrado en el posible ajuste del marco de flexibilización monetaria del BoJ para mitigar las presiones sobre el yen derivadas del aumento de los diferenciales de tipos de interés. Sin embargo, ha reafirmado el jueves su compromiso de mantener su programa de estímulo masivo y su promesa de mantener los tipos de interés ultrabajos, lo que provocó una nueva venta del yen y una subida de los bonos del Estado.
«Creemos que la debilidad del yen es desfavorable para el crecimiento porque agrava el daño al poder adquisitivo de los hogares por la combinación de los altos precios de las materias primas y el estancamiento del crecimiento salarial», indican los expertos de Oxford Economics. Sobre la base de una senda revisada de debilidad del yen, se prevé que el IPC general se mantenga en torno al 2% durante todo el año, antes de desacelerarse rápidamente en 2023.
Sin embargo, «seguimos proyectando que el Banco de Japón no comprometerá su política de flexibilización para corregir la debilidad del yen. En el marco del control de la curva de rendimiento, el Banco de Japón puede conseguir mantener el rango del objetivo de rendimiento del JGB a 10 años mediante compras ilimitadas de JGB a precio fijo», indican estos expertos.
Además, el gobierno sigue apoyando la política del BoJ. «Creemos que el Ministerio de Finanzas no llevará a cabo ni puede llevar a cabo una intervención en el mercado de divisas. En su lugar, pensamos que con las elecciones a la cámara alta que se celebrarán en julio, las medidas fiscales, como los subsidios a los combustibles y las prestaciones en efectivo para las familias de bajos ingresos, apaciguarán la creciente preocupación del público por la debilidad del yen», elaboran.
Bajo el marco de control de la curva de rendimiento, el Banco de Japón puede conseguir mantener el rango del objetivo de rendimiento del JGB a 10 años mediante compras ilimitadas de JGB a precio fijo.