Sin divisas, la isla está transitando su peor crisis económica de las últimas décadas y lucha por pagar las importaciones esenciales.
Sri Lanka se encuentra en caos, viviendo una de su peor crisis económica debido a que el gobierno declaró una moratoria sobre su deuda externa por 51.000 millones de dólares.
El país asiático se encuentra atravesando una falta de divisas que dificulta la importación de comida, combustible y otros bienes esenciales, a causa de un pequeño nivel de exportaciones y un alto nivel de importaciones, así como la disminución del flujo turístico debido a atentados terroristas. Por otro lado, hay una fuerte inflación que golpea a la nación.
En la jornada de hoy, domingo, el ministro de Energía advirtió que Sri Lanka tenía reservas de combustible para menos de un día. Ante está situación, el transporte público se paralizó.
El país se encuentra en un régimen de estricto racionamiento luego de que el Gobierno restringiera el uso de combustible solo para servicios esenciales, un hecho que generó protestas masivas, en el marco de una gran crisis política y económica.