A propósito de celebrarse este viernes el 80 aniversario de la liberación de la península coreana del dominio colonial nipón (1910-1945), el mandatario invitó a Japón a reconocer y asumir su pasado de agresión bélica pues solo la honestidad ayudará a establecer una confianza verdadera entre los países.
Durante su discurso en el acto conmemorativo, Lee subrayó que Corea del Sur buscará una «colaboración hacia el futuro basada en beneficios mutuos», dada la importancia de establecer lazos diplomáticos sólidos y abiertos para afrontar desafíos regionales y globales.
El jefe de Estado destacó que esta nueva etapa diplomática coincidirá con su visita oficial a Tokio, programada para dentro de pocos días, el 23 y 24 de agosto, cuando se reunirá con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba.
Ambos países celebran en 2025 el 60 aniversario de la normalización de relaciones diplomáticas y Lee describió a Japón como «un socio indispensable» para el desarrollo económico de Corea del Sur, en estos momentos.
Por tal razón, recalcó la necesidad de redefinir el nexo sobre bases más igualitarias y abiertas al diálogo.
A juicio de varios analistas políticos, con este viaje, el mandatario surcoreano pretende sentar precedentes para una agenda diplomática más flexible y dinámica, marcada por encuentros frecuentes y negociación constante, así como por pragmatismo y un reforzamiento de la cooperación internacional.
La visita de Lee representa un esfuerzo notable por dejar atrás viejas disputas históricas y brindar prioridad a los desafíos compartidos del presente y futuro en el continente asiático.
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