Las dos Corea y Japón han mantenido históricas controversias que derivaron en una guerra y ocupación en el preámbulo y durante la Segunda Guerra Mundial.
El Gobierno de la República Popular Democrática de Corea (del Norte) confirmó este lunes que, en efecto, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, había transmitido su intención de celebrar una cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un.
No obstante, la subdirectora de departamento del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea, Kim Yo Jong, matizó el anuncio al decir que abrir un nuevo capítulo en la relación entre Corea del Norte y Japón dependería de la «decisión política» de Tokio.
Kishida dijo en el parlamento que su Gobierno ha presionado para una «posible» reunión con el líder norcoreano, informó una agencia de noticias local.
Sin embargo, Kim respondió que «Japón debería tomar una decisión política para mejorar sus lazos con la República Popular Democrática de Corea (RPDC)», mientras que solo la sola idea de una cumbre hace «imposible mejorar las relaciones bilaterales, llenas de desconfianza y malentendidos».
Asimismo, Kim Yo Jong dijo en febrero que la visita de Kishida a Pyongyang es posible si Tokio no convierte la cuestión de los pasados secuestros de ciudadanos japoneses en un obstáculo entre los dos países.
Apuntó, además, que «la fuerte capacidad de autodefensa de la RPDC nunca será una amenaza para la seguridad de Japón, si este respeta la soberanía y los intereses de seguridad de la RPDC en un marco justo e igualitario».
Las dos Coreas y Japón han mantenido históricas controversias que derivaron en una guerra y ocupación en el preámbulo y durante la Segunda Guerra Mundial.