El Banco Central de China ha bajado los tipos de interés por sopresa como medida para reactivar la demanda, ya que los datos mostraron que la economía se desaceleró inesperadamente en julio, con actividad industrial y minorista exprimida por la política de cero Covid de Beijing y una crisis inmobiliaria.
El Banco Popular de China (BPC, el banco central chino) llevó a cabo hoy sus primeros recortes de tipos de interés desde el pasado mes de enero ante la ralentización en la recuperación de la economía nacional. En un comunicado, la institución confirmó la rebaja en 10 puntos básicos de los servicios de préstamo a medio plazo (MLF) a un año y de los acuerdos de recompra inversa («repos») a 7 días, situando a ambos tipos en nuevos mínimos históricos.
Las operaciones anunciadas hoy son una inyección de 400.000 millones de yuanes (59.186 millones de dólares, 57.761 millones de euros) vía MLF a un año con un interés del 2,75 % y otros 2.000 millones de yuanes (296 millones de dólares, 289 millones de euros) mediante «repos» a 7 días con un interés del 2%.
El banco central aseguró que la decisión está orientada a «mantener una liquidez razonable y suficiente en el sistema bancario», y que las operaciones anunciadas «satisfacen plenamente las necesidades de las instituciones financieras».
El sombrío conjunto de cifras indica que la segunda economía más grande del mundo está luchando para sacudirse el golpe al crecimiento del trimestre de junio debido a las estrictas restricciones de Covid, lo que llevó a algunos economistas a rebajar sus proyecciones.
La producción industrial creció un 3,8% en julio respecto al año anterior, según la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS), por debajo de la expansión del 3,9% en junio y un aumento del 4,6% esperado por los analistas en una encuesta de Reuters.
Las ventas minoristas, que apenas volvieron a crecer en junio, aumentaron un 2,7% respecto al año anterior, por debajo de las previsiones de crecimiento del 5,0% y del 3,1% observado en junio. «Los datos de julio sugieren que la recuperación posterior al confinamiento perdió fuerza cuando el impulso único de la reapertura se desvaneció y los boicots hipotecarios desencadenaron un deterioro renovado en el sector inmobiliario», dijo Julian Evans-Pritchard, economista senior de China en Capital Economics.
«El Banco Popular de China ya está respondiendo a estos vientos en contra aumentando el apoyo… Pero dado que el crecimiento del crédito ha demostrado ser menos sensible que en el pasado a la relajación de las políticas, esto probablemente no será suficiente para evitar una mayor debilidad económica», añadió este experto en declaraciones a Reuters.