La semana pasada, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, anunció que “perdonará” 23 préstamos sin intereses a 17 países africanos, redirigiendo también 10.000 millones de dólares de sus reservas al Fondo Monetario Internacional (FMI) a las naciones del continente. Las declaraciones del funcionario surgieron en una reunión del Foro de Cooperación China-África, aunque no detalló que naciones debían el dinero de estos préstamos que vencieron a finales del 2021.
Cabe destacar que esta clase de inversiones del gigante asiático en África es un proyecto que comenzó en el año 2000 aproximadamente, y a lo largo de los años ha anunciado múltiples rondas de préstamos sin intereses a países africanos. También ha cancelado millones de dólares en deudas, siendo Zambia la que salió más favorecida en el año 2019. Muchos de los préstamos recientes de China no se consideraron para la cancelación, y otros tantos fueron reestructurados.
Que China haya decidido “perdonar” a estos países se debe, más que nada, a que el aumento de la inflación ha desencadenado también una ola de aumentos en las tasas de interés, elevando los costos de reembolso de los préstamos soberanos. Son múltiples los países que han acumulado miles de millones de dólares en deuda debido a las múltiples dificultades que acarrea el sistema internacional hoy día, incluso antes de la llegada de la pandemia por Covid-19. China representa casi el 40% de la deuda bilateral en naciones más pobres, motivo por el cual ha sido criticada, aunque ha ayudado a forjar acuerdos recientes para aliviar las deudas y ha participado en la suspensión de pagos del G20 durante la pandemia.
Se trata una vez más de un elevado esfuerzo por parte de Beijing para construir lazos perdurables con las naciones en desarrollo, particularmente a través de la iniciativa de la Franja y la Ruta a la que múltiples países, incluyendo africanos, se han añadido. Wang destacó que desde el último Foro de Cooperación China-África en noviembre de 2021, Beijing entregó 3.000 millones de dólares de los 10.000 millones de dólares en líneas de crédito prometidas a instituciones financieras africanas, y que además acordó la entrada libre de aranceles al 98% de las exportaciones de 12 países africanos.