La decisión de la Corte Constitucional tailandesa de absolver a Pita Limjaroenrat del cargo de violación de la ley electoral constituye un hito importante. Sobre todo para esa franja del electorado que en mayo del año pasado había otorgado al fundador del Move Forward el triunfo en las elecciones, aunque una coalición parlamentaria – sin precedentes entre grupos que alguna vez fueron rivales – le quitó la posibilidad de formar gobierno y encaminar al país hacia un proceso de reforma.
El juicio se refería a la incompatibilidad para un candidato de ser dueño de cualquier medio de información. Los jueces consideraron que Pita, de 43 años, que había heredado de su padre el control de la empresa propietaria de la desaparecida emisora independiente iTV, de la que todavía poseía parte de las acciones cuando presentó su candidatura, no puede ser condenado.
Una de las consecuencias de la decisión es que a Pita se le debe restituir su banca en el Parlamento, del que se lo había excluido poco después de la inauguración de la Asamblea, en el mes de julio, debido a una denuncia de opositories políticos que llevó a la apertura de un proceso en su contra. Esto también podría devolver a su partido un papel más activo en los próximos meses, sobre todo por la falta de iniciativa que ha mostrado hasta ahora el gobierno liderado por Srettha Thavisin, resultado de la coalición de su formación, el Pheu Thai, y el promilitar Palang Pracrath.
Pero ese compromiso también implica un desafío en vista de que expiran las penas de prisión del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, que siempre ha sido un punto de referencia para el Pheu Thai y los partidos que le precedieron bajo diversas denominaciones. Tras regresar de su exilio voluntario en agosto de 2023, parcialmente indultado por el rey y hospitalizado durante meses para recibir un tratamiento de características inciertas, Thaksin, cuya hija encabeza el partido, podría regresar directamente a la escena política con un número todavía considerable de seguidores.
En lo que parece ser una tregua momentánea por el control del país, la reactivación del papel del Move Forward y su fundador gana peso para una perspectiva de gobierno, solo o en coalición. Sin embargo, también ha sido un incentivo para aquellos sectores de la sociedad que han demostrado – sobre todo los jóvenes y la población urbana- que quieren cambios que limiten el poder de los militares y las elites tradicionales, abriendo las puertas a nuevas oportunidades, una mayor igualdad y respeto de los derechos fundamentales.