El Banco Central de Filipinas (BSP, por sus siglas en inglés) mantiene su postura de flexibilización monetaria y prevé realizar dos recortes de tasas de interés este año, según declaró este lunes su gobernador, aunque el momento exacto dependerá del crecimiento económico y la inflación.
«Seguimos en ese mismo ciclo de relajación», afirmó el gobernador Eli Remolona a Reuters. «Estamos avanzando con pequeños pasos. Eso es una buena señal, significa que vamos por buen camino».
El BSP está vigilando de cerca los indicadores económicos para guiar sus decisiones, incluyendo si aplicará un recorte de tasas en su próxima reunión de política monetaria el 28 de agosto. Remolona enfatizó que un crecimiento más débil de lo esperado y una inflación mejor de lo proyectado serían factores clave para una mayor flexibilización.
«Si los datos de crecimiento resultan peores de lo que pensábamos y la inflación es mejor, ese sería un buen momento para otro recorte de tasas», explicó Remolona. «Tenemos que analizar los datos dos, tres veces».
En junio, el banco central redujo su tasa clave en 25 puntos básicos hasta el 5,25%, el nivel más bajo en dos años y medio, marcando el segundo recorte consecutivo para apoyar la economía.
La inflación anual se ha mantenido por debajo del 2% desde marzo, y el banco central espera que el ritmo de aumento de los precios permanezca en ese nivel, incluso en julio. La inflación fue del 1,4% en junio.
El gobernador se mostró optimista respecto a que el crecimiento del segundo trimestre superará la expansión del 5,4% registrada en los primeros tres meses del año.
El acuerdo comercial de Filipinas con Estados Unidos ha reducido la incertidumbre, lo que debería favorecer el crecimiento, según Remolona.
La semana pasada, el presidente estadounidense Donald Trump anunció nuevos aranceles de importación del 19% para productos filipinos, ligeramente por debajo del 20% que había amenazado a principios de mes.
«El crecimiento no se desacelerará tanto como antes, pero aún persiste cierta incertidumbre residual», señaló.
No obstante, existen riesgos que podrían nublar las perspectivas de crecimiento del país, incluyendo las tensiones en Oriente Medio, especialmente en torno a los precios del petróleo y los conflictos regionales, advirtió.
En la toma de decisiones, el BSP también considera las condiciones de política monetaria global, incluyendo las perspectivas de la Reserva Federal de EE.UU., aunque el gobernador afirmó que la influencia de la Fed sobre las acciones del BSP ha disminuido en los últimos años.
«Tendrá cierto peso, pero no mucho, no tanto como antes», explicó, señalando un mercado más sofisticado y la fortaleza relativa del peso incluso sin seguir de cerca la trayectoria de tasas de la Fed.
Remolona también alertó sobre las amenazas a la independencia del banco central como una preocupación significativa, advirtiendo sobre sus implicaciones a largo plazo.
«Dondequiera que el banco central pierde su independencia, sin importar la política fiscal, conduce a una alta inflación», advirtió, añadiendo que los bancos centrales ven con «preocupación» lo que ocurre en Estados Unidos.
A pesar de las incertidumbres externas, Remolona destacó los sólidos fundamentos internos de Filipinas, incluyendo amplias reservas, remesas estables y una inflación a la baja.
«A nivel interno, estamos en muy buena forma», concluyó.
(Reportaje de Karen Lema; Edición de Jacqueline Wong)