Australia pidió a China que levante las barreras comerciales que impuso en 2020 a sus productos de exportación y abogó por sus ciudadanos detenidos en ese país, entre ellos una periodista y un académico, en una reunión entre su ministra de Exteriores, Penny Wong, y su homólogo chino, Wang Yi.
«Tuve una constructiva reunión con el director Wang Yi aquí en Yakarta», dijo la jefa de la diplomacia australiana al referirse a la reunión paralela que tuvo anoche con Wang, al margen del encuentro de ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) que se celebra en la capital indonesia.
«Seguiremos abogando ante China por la eliminación de los impedimentos comerciales y es nuestra práctica, como usted sabe, asegurarnos de que planteamos las circunstancias de la señora Cheng Lei y el doctor Yang, así como de otros australianos que se enfrentan a la pena de muerte», precisó Wong, según la transcripción de sus declaraciones publicadas hoy por su oficina.
Una de las grandes cruzadas del Gobierno australiano es la defensa de los derechos de la periodista chino-australiana Cheng Lei, quien fue detenida en China el 13 de agosto de 2020 por la supuesta violación de secretos de estado del país asiático y enjuiciada hace más de un año a puerta cerrada en Pekín sin que se conozca el fallo.
Además de la presentadora de televisión, el Gobierno de Australia aboga por el escritor chino-australiano Yang Hengjun, detenido en 2019 en China y juzgado en mayo de 2021 a puerta cerrada por presunto espionaje, sin que tampoco se conozca tampoco su sentencia.
El otro gran asunto de fricción entre Australia y China -que han tenido tibios acercamientos desde que el primer ministro australiano, el laborista Anthony Albanese, asumió el poder en 2022- está vinculado a la decisión de Pekín de imponer en 2020 barreras y aranceles comerciales a los productos australianos.
Si bien China, el principal socio comercial de Australia, ha levantado algunas medidas restrictivas contra varios productos desde que Albanese subió al poder, aún quedan pendientes la eliminación de los fuertes aranceles a exportaciones como la cebada y el vino.
«Estamos viendo algunos progresos en el comercio. Nos gustaría ver más», dijo anoche Wong al insistir en el deseo de «estabilizar» la relación con China y de «cooperar cuando podemos, de discrepar cuando debemos y de comprometernos con nuestros intereses nacionales».
Como parte de esos progresos, China y Australia -cuyas relaciones comenzaron a deteriorarse en 2018- acordaron la extensión por un mes adicional de la revisión que emprendió Pekín a mediados de abril a los aranceles de 80,5 % a la cebada, aunque si no lo hace, el Ejecutivo de Camberra reanudará la apelación contra esa medida presentada ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).