Australia y Japón lanzarán una iniciativa de infraestructura digital y seguridad cibernética en el Pacífico y mejorarán aún más la cooperación entre sus ejércitos con nuevos ejercicios aéreos y de entrenamiento conjuntos. Así lo anunciaron hoy los Ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de ambos países, reunidos en Melbourne para mantener conversaciones en el formato «2+2». Japón y Australia establecerán la Iniciativa de Desarrollo Digital del Pacífico (PDDI), centrada en la infraestructura digital y de telecomunicaciones para los países insulares del Pacífico, en una región en el centro de los objetivos geopolíticos de Beijing. El PDDI incluirá cooperación en cables submarinos, centros de datos, ciberseguridad y desarrollo de capacidades entre los países del Pacífico, según un comunicado emitido después de las conversaciones.
«Dentro de nuestra asociación estratégica estamos posicionando la ciberseguridad como una cuestión de gran importancia», afirmó la ministra de Asuntos Exteriores japonesa, Yoko Kamikawa. La iniciativa sigue a proyectos financiados conjuntamente que ya están en marcha, incluido un cable submarino para Tuvalu, un país que ha expresado preocupación por su vulnerabilidad a posibles ataques cibernéticos. Japón, Australia y Estados Unidos también han financiado la construcción de infraestructura similar hacia Palau, que ha sufrido ciberataques en los últimos meses. El presidente de Palau acusó a China, que negó cualquier implicación.
En materia de defensa, Japón y Australia trabajarán estrechamente con Estados Unidos para establecer un «orden basado en reglas» en la región, que está bajo «una presión cada vez mayor», dijo el Ministro de Defensa australiano, Richard Marles. Los esfuerzos en este sentido incluirán una mayor cooperación entre las fuerzas aéreas japonesas y australianas, tras el envío de cazabombarderos japoneses F-35 a Australia el año pasado. Además, Australia participará por primera vez el próximo año en Orient Shield, la mayor maniobra en la que participan el Ejército de los Estados Unidos y la Fuerza de Autodefensa Terrestre de Japón.